Un niño nos da una lección de lo que se puede lograr con ganas de estudiar al poner una mesita y una cartulina para anunciar que vende sus juguetes para poder continuar con la escuela.
La pandemia sin duda ha sido muy difícil para todas las personas en el mundo y ha golpeado económicamente a todos sin importar país, estatus económico, edad o nivel de estudios. Recordemos que incluso algunas celebridades han tenido que cambiar la fama por chambas más realistas.
Pero la historia que te contaremos hoy en Erizos no es de un famoso tal cual, sino de un niño de Tamaulipas que está vendiendo sus juguetes para poder apoyar a sus papás para que él pueda seguir tomando clases en su casa. No es que los papás del niño no lo quisieran apoyar, al contrario.
Mario es un niño que cursa el sexto grado de primaria quien con la “nueva normalidad” tuvo que empezar a tomar sus clases en línea como millones de niños en el mundo. La situación es que él no contaba con un una computadora, tableta o smartphone con el que pudiera hacer sus tareas por lo que tenía la necesidad de pedirle prestado el suyo a su mamá al tener una situación económica complicada.
La mamá del niño vendía chapatas afuera del CETis 109, CBETis 103 e ICEST en Tamaulipas, hasta que las clases presenciales se suspendieron. Por otra parte, el papá del niño es un mecánico quien por la situación también se la ha visto difícil económicamente. Por eso, Mario decidió emprender su propio negocio…
Mario vende sus juguetes para pagarse la escuela
Al principio, la mamá de Mario le prestaba su celular para que hiciera las tareas, pero al verse en la necesidad de continuar con su negocio de comida desde su casa, el uso del teléfono inteligente para el niño se redujo por lo que decidió apoyar a sus papás y comprarse uno propio.
Para lograrlo, el niño tomó la iniciativa de vender su preciada colección de juguetes en la que destacan figuras como el Joker, Spider-man, Batman, Max Steel junto a sus enemigos e incluso un carrito de control remoto. Con todo y cubrebocas, el niño pone el puesto cuando no está tomando clases para recaudar fondos para su dispositivo móvil.
Sin duda alguna este pequeño nos ha enseñado una valiosa lección en la que las ganas de estudiar son su motor aunque sea triste la postal de un niño que vende sus juguetes para continuar la escuela. Los papás han publicado en varios lugares el número de teléfono en el que se le puede ayudar para que el niño pueda alcanzar la meta muy pronto.
Aquí te dejamos otro caso similar que también nos rompió el corazón:
Fuente: Milenio
