Roberto Palazuelos revela cómo fue el incendio en su hotel donde casi pierde la vida

El Diamante Negro vivió momentos de terror cuando su cabaña casi se incendia en Tulum.
Roberto Palazuelos el incendio en que casi muere en su hotel

Aunque nosotros andábamos tan quitados de la pena resulta que hace unos días Roberto Palazuelos, el emblemático Diamante Negro, estuvo a punto de morir en un incendio en su hotel en Tulum, y aunque no pasó, el momento sí fue de mucha angustia.

Así como lo lees, recientemente el nombre del mirrey mayor se hizo tendencia porque el 18 de mayo uno de sus hoteles en Tulum, en donde él pasa la cuarentena, empezó a incendiarse, poniendo en riesgo su vida…

Aquí él:

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Fue en una entrevista con las amigas chismosas de Quién, que Roberto reveló que una tormenta eléctrica en el puerto paradisíaco y un rayo, provocaron que una de las cabañas aledañas a la que él ocupaba empezara a incendiarse.

Sin embargo, todo quedó en un susto de aquellos porque el rayo casi cae en su cabaña y no en la de al lado… Así lo recordó:

“¡Volví a nacer! Estaba yo acostado en mi cabaña escuchando una tormenta eléctrica y de repente cayó un rayo en la cabañita de al lado y la pulverizó”.

Roberto recordó que en la cabaña incendiada estaba hospedado uno de sus trabajadores, pero por fortuna en ese momento no se encontraba en la cabaña pues estaba tomándose un café, por lo que solo perdió algunas pertenencias.

Asimismo, aseguró que el rayo que destruyó la cabaña, casi le cae a él como cuando a Mhoni Vidente le cayó un rayo y vio 72 demonios, aunque el rayo no le cayó a él ni vio a Satanás.

“Lo más impresionante fue cómo tembló el suelo del madrazo. Cuando vi que el rayo entró a tres metros de mí dije: ‘Wow, debo estar agradecido porque me pudo haber entrado a mí”.

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Incluso, Roberto recordó que su escolta le dijo que se saliera en cuanto las cosas se pusieron más tensas con la tormenta…

“Antes vi caer dos rayos enfrente que parecían como si un avión de guerra hubiera pasado y hubiera bombardeado. Como a los cinco minutos un tercer rayo pegó atrás, a ladito de mi cabaña y fue cuando me empezó a gritar mi escolta ‘sálgase, sálgase'”.

Pero bueno, afortunadamente el mirrey mayor está bien, y las pérdidas fueron solo económicas y nada más. Qué susto, ¿apoco no?

Con información de Quién.