Bimbo se ha vuelto básicamente el enemigo público número uno de México. No precisamente porque ya no nos guste su pan, sino porque el video de su repartidor robando desató evidencia que ha puesto a la marca como la verdadera villana que es… o bueno, algunos de sus miembros (y la empresa, también).
Después de que una serie de vendedores repartidores de Bimbo fueran desenmascarados como las ratas que son, parecÃa todo calma. Además, muchos celebramos que se hicieran cargo de sus delincuentes trabajadores.
Sin embargo, todo duró poco y este video (que tiene imágenes fuertes, asà que velo bajo tu propia responsabilidad), donde un repartidor atropella a un perro y, además, sale huyendo del lugar sin voltear atrás, es solo otra muestra de qué tan jodido está todo.
Bien, primero: la marca no tiene la culpa de esto. En realidad, ellos tienen la culpa de querer adueñarse de las mantecochas, registrando el nombre como su propiedad, aunque ellos no lo hayan hecho, inventado o siquiera pensado.
La culpa aquà es totalmente del chofer, que puede ver perfectamente a los dos perros desde lejos y, a pesar de eso, decidió acelerar. No conforme con ello, realmente no queremos pensar que midió el espacio para atropellarlo, después de pasar encima del perrito blanco, simplemente siguió el camino.
Es evidente que se siente sobre la llanta cómo apachurras algo. Simplemente una piedra, una botella, hasta una bolsa inflada, se pueden sentir, ahora imagina un ser vivo que seguro gritó de dolor.
Más allá de lo atroz que resulta el video y el mismo hecho, además de las acciones del chofer, ese perro pudo haber sido también un niño. La poca precaución al volante no es culpa de Bimbo, pero sà del chofer que va a bordo de esta unidad. Como sea, tantos males asociados a esta empresa esperamos que sean coincidencia y no más.