¿Quién no ha visto los Óscar y quién no ha ansiado con tener uno? Desde soñar con ser los nominados a mejor película del año por nuestro video bailando el tico tico en el kínder, hasta soñar con una nominación para “Edgar se cae”, todos hemos ansiado con ver una de las estatuillas del Oscar.
Porque quieras o no, son los premios más ansiados de la vida.
Los Oscar no solo premian lo mejor del cine, sino que también, son la referencia obligada de esas películas que tienes que ver en el cine. Aunque con cada ceremonia de entrega se te viene algo a la mente:
¿Quién demonios es “El Oscar”? ¿Quién fue el modelo para la estatuilla, pues?
Porque claro: nada en este mundo es auténtico, sino que tiene un oscuro origen detrás. Así que nos pusimos a investigar y resulta que un director mexicano de la época del cine de Oro de nuestro país podría estar detrás de todo esto.
Se trata de Emilio “el Indio” Fernández, de quien seguro has escuchado hablar por tus tías, tus abuelos, tus papás y demás. El Indio pa’ los cuates, hizo películas tan inolvidables como María Candelaria, con la que Dolores del Río triunfó en Hollywood.
Aquí el Indio.
Bueno, pues resulta que antes de todos esos mexicanos que recientemente hemos visto triunfar en Hollywood estaba El Indio, y según cuenta la historia, en la década de 1920 el hombre llegó a Los Ángeles escapando de México por cuestiones políticas.
La cosa es que era muy amigo de Dolores del Río, quien estaba casada con Cedric Gibbons, que en ese entonces era el director de arte de la Metro-Goldwyn-Mayer, una de las principales productoras de Hollywood hasta nuestros días.
Aquí Dolores del Río
Según la leyenda, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas fundada un año antes, le había encargado a Gibbons, en 1928 (ya llovió), la creación de la estatuilla para otorgar los premios de la Academia.
Así que Dolores le sugirió a su esposo que usara al Indio como modelo.
¡Y cómo no!
La cosa es que inicialmente, el Indio se resistió un buen tiempo a la idea hasta que accedió y posó desnudo, y así fue como finalmente nació la tan famosa estatuilla.
Lo cierto es que esta versión nunca ha sido confirmada por la Academia, que afirma que la comisión de la estatuilla sí fue encargada a Gibbons quien diseñó a “un caballero de pie sobre un rollo de película, sujetando una espada”.
El escultor responsable fue George Stanley, oriundo de Los Ángeles y así nació la estatua que mide 34 centímetros y pesa un montón: echénle, ¡tres kilos!
Desde la primera premiación en mayo de 1929 la Academia ha entregado alrededor de 3 mil estatuillas realizadas en bronce y cubiertas en oro de 24 kilates.
Aquí Cedric con su creación.
Según la historia, el carrete de película en el que está parado “El Indio” tiene cinco rayos que representan as cinco ramas originales de la Academia: actores, directores, productores, técnicos y escritores.
Y bueno, también se sabe que el tamaño de la base cambió en 1945, año en que se impuso el estándar actual. Además, por tres años la estatuilla estuvo hecha de yeso pintado a causa de la escasez de oro producto de la Segunda Guerra Mundial.
¿De dónde salió el nombre?
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo surgió el nombre de “Óscar”, pero algunos dicen que Margaret Herrick, una de las directoras ejecutivas de la Academia, dijo que la estatua se parecía a su tío Oscar la primera vez que la vio. Más tarde, el apodo se popularizó gracias al columnista Sidney Skolsky que lo llamó así en un artículo referente a la premiación de Katherine Hepburn como mejor actriz.
¡Y ya! Así nació la tan amada estatuilla que podría ser nuestro Emilio “El Indio” Fernández.
¿Ustedes creen que sí es él o que no?
a) Claro, su parecido es EVIDENTE.
b) No, el Indio se parece más al Ángel…
c) No lo sé: me gustaría pensar que sí.
