Las muertes que rodearon la vida de ‘El Indio’ Fernández

El Indio Fernández vivió una vida rodeada de violencia; estas tres historias son prueba de ello.

Además de ser un director de cine reconocido a nivel internacional, Emilio ‘El Indio’ Fernández se caracterizó por llevar una vida violenta. En el cineasta estaba presente el combo mortal: carácter DLV + pasión por el chupe + gusto por llevar una pistola a todos lados.

De hecho, en su momento, el comediante Eugenio Derbez interpretó un personaje con el que parodiaba al también actor.

Sin embargo, la vida de ‘El Indio’ fue más de tragedias que de humor. A la menor provocación, el director amagaba con pistola a quien, según él, lo agredía.

Por ejemplo, en 1973 Fernández disparó su arma en un autobús lleno de pasajeros, motivo por el cual fue a la cárcel.

Fuente: La Prensa

Ese “jijo” se estaban riendo de mí

En 1938, Emilio ‘El Indio’ Fernández trabajaba como actor de la película Con los dorados de Villa. Un día se dio cuenta que le faltaba dinero en sus pertenencias, así que fue a reclamar el pago de la semana, este le fue negado. En ese momento un par de hombres reían, probablemente por una broma que le contó uno al otro. Fernández lo tomó como que se estaban burlando de él.

“Usted, ¿de que se ríe?, jijo…”. El actor se lanzó a los golpes. El pintor y tramoyista Luis Grangean López sujetó al “Indio” para evitar que siguiera lastimando al desconcertado hombre. Todo en ese momento sucedió de manera rápida y confusa.

Según ‘El Indio’, Grangean se llevó la mano al bolsillo, lo que le hizo pensar que iba a sacar una pistola; así que, como si se tratara de un western, él desenfundó primero y le disparó en la cabeza.

El tiro le hizo padecer al pintor agonía y locura. Posteriormente, murió.

Fuente: La Prensa

Tiempo después se supo que Gragean solo buscaba tranquilizar al Fernández, hacerle saber que nadie se burlaba de él. Por su parte, el actor pistolero se sintió apenado por agredir a alguien que ni la debía, ni la temía.

‘El Indio’ pasó apenas unas horas en prisión, sus amigos le tiraron paro, pagando una fianza de 5 mil pesos.

Parranda a morir

Rogelio Fernández Ríos, extra de cine y hermano de Emilio, tenía un amorío con una bella mujer estadounidense llamada Carolina Bword Wolf. Ambos estaban casados con otras personas.

Un día de 1956 se encontraban celebrando la llegada de la mamá de ella, Ines Wolf, con unas copitas. Según la crónica de La Prensa, estuvieron empinando el codo por 14 horas continuas, después se fueron a dormir. A las 7 de la mañana del día siguiente, Rogelio le llevó su juguito de naranja a Carolina, como todos los días, (awww). Para su sorpresa, la encontró muerta por intoxicación alcohólica.

Fuente: La Prensa

Pistolero tanto en la ficción como en la realidad

En 1959, “El Indio” Fernández tenía una conbebencia con los periodistas Carlos Haro Ocampo, Ricardo Perete, Jorge Uriza y el fotógrafo Armando Moreno. Por lo visto, alguno de ellos miró feo al director de cine o algo así porque la reunión concluyó con Fernández persiguiéndolos a tiros afuera de su casa. Todos lograron huir, menos Haro Campo, quien recibió un disparo a quemarropa.

Fuente: La Prensa

Afortunadamente, el periodista sobrevivió el ataque. Por su parte, el director de cine inventó una historia para las autoridades en la que se pintaba a sí mismo como un héroe que salvó a una mujer del acoso de los cochinotes periodistas, y con ayuda de las mañas de sus representantes legales, logró salir libre de toda culpa.

Fuente: musicbaby.xyz

¡Qué tipo!

Vía La Prensa