El bolillo es uno de los alimentos básicos para los chilangos, que no tienen empacho ni temor de mezclaro con lo que sea, pero esta vez les dieron la vuelta en Ciudad Victoria con la creación de los Boliesquites, que no son otra cosa que elote en pan.
Esta aberración alimentaria, producto de mutaciones gastronómicas surgidas después de la explosión de las conchas mutantes en 2018, nació en Ciudad Victoria, donde todavía insisten en llamarles troles a los esquites.
Estos cuates de provincia vieron con buenos ojos combinar un bolillo con un elote, porque si ya hay tamales, chilaquiles y cuanta porquería metida en este pan, unos esquites no serían la excepción.
Terminaron su experimento genético y le llamaron “bolitrole”, pero si ya estamos jugando a ser dioses, al menos hay que hacerlo bien y por eso se rebautizaron como “boliesquites”.
Y, en esencia, es tal cual lo que dice su nombre, pero en vez de estar servidos en un vaso, como diosita habría querido, están servidos en un pan que se humedecerá y no te dejará comerlos a gusto.
Esto, por supuesto, creemos que es para que que no desperdicies tiempo y te los comas de inmediato, además de ser completamente ecológicos porque te comes el envase.
Todo esto parecía grandioso y un gran invento para que futuras generaciones piensen en que no se debe desperdiciar comida y en el uso de productos generen residuos, pero en realidad todo fue UNA MENTIRA.
Los boliesquites salieron de la página de Facebook de Ciudad Victoria como una burla a los chilangos, pero puede que esto solo sea el inicio de una nueva cruzada de genética alimentaria.
Ustedes comenzaron esta guerra, cuates de provincia, y crearon un monstruo que se nos antojó y que ahora miles de puestos ambulantes crearán solo para probar sus posibilidades.
Con información de Milenio