Una editorial decidió eliminar los insultos que se dicen en los libros clásicos como Matilda y Las Brujas, porque pueden ser ofensivos para las nuevas generaciones y prefieren evitar problemas de cancelación.
Es cierto que actualmente más gente está protestando en contra de las palabras ofensivas, pues ya no están dispuestos a soportar ese tipo de acosos y prefieren alzar la voz para que todos tengan el respeto que se merecen.
Como le está pasando a los cuentos infantiles, los cuales van a cambiar ciertas palabras que no son buenas para referirse al aspecto físico de las personas y así evitar traumas a futuro.
Eliminarán insultos de los libros clásicos
La editorial Puffin Books anunció que habrá ciertos cambios en los adjetivos de los cuentos infantiles, con la finalidad de no ofender a ninguna persona con su apariencia física, como “gordo” o “feo”.
En tanto, los libros del autor Roald Dahl sufrirán modificaciones en su redacción, en cuentos clásicos como Matilda, Las Brujas, Charlie y la Fábrica de Chocolates, así como James y el Melocotón Gigante.
Esto es con la finalidad de, en primer lugar, tratarse de cuentos más inclusivos, así como limpiar la imagen del autor, quien lamentablemente ya no está con nosotros en el mundo terrenal.
En cuanto al libro James y el Melocotón Gigante hay una canción, en la cual modificaron las palabras “gorda” y “flácida”, para no ofender a los individuos.
Asimismo, en cuanto a Matilda tuvo dos cambios, en primer lugar, eliminar las referencias a autores acusados de imperialistas como Joseph Conrad, Rudyard Kipling, John Steinbeck y Jane Austen, así como eliminar en adjetivo “hembra” para referirse a “Tronchatoro” y llamarla “mujer formidable”.
Y continúa…
Por su parte, en el libro de Las Brujas, se fueron directo contra una frase que hace referencia a la pelucas que utilizan para ocultar su calvicie.
“No puedes ir tirándole el pelo a cada chica que conoces” fue modificado, y ahora se leerá: “hay muchos otros motivos por las que las mujeres podrían usar pelucas y lo cierto es que no hay nada de malo en ello”.
Y finalmente, Charlie y la Fábrica de Chocolate modificó el adjetivo “gordo” para referirse a un niño como “enorme”. Todo esto desató la furia de muchos de los fans, pues consideran que se trata de una “censura absurda”, ya que muchos no están de acuerdo con los cambios e incluso tachan a los que están a favor como “generación de cristal”.
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