Claudia Torres Pavlovich, hija de la gobernadora de Sonora, realizó una boda masiva con más de mil invitados, entre ellos EPN y hasta Alejandro Fernández.
A más de un año de la pandemia las personas siguen organizando fiestas covidiotas exponiéndose al virus, y esta vez la hija de la priísta Claudia Pavlovich protagonizó una fiesta que costó millones de pesos.
De acuerdo con diversos medios nacionales, la hija de la gobernadora de Sonora celebró su boda en la Hacienda Centenario en Tequila, Jalisco, con la crema y nata de la política, porque entre los invitados se registró a Carlos Salinas de Gortari, EPN, Osorio Chong, entre otros.
Con mil 400 invitados realizó su boda la hija de la gobernadora de Sonora
La boda de la hija de la gobernadora de Sonora estuvo cotizada en millones de pesos, según el Periódico AM, que destacó que Alejandro Fernández cobró nada más 8 millones para cantar en la fiesta.
Así como los gastos por contratar al organizador de eventos Peter DeAnda, quien ha llegado a cobrar hasta 12 millones por su trabajo. Por supuesto, también gastaron miles en ropa y se informó que el vestido de Claudia Pavlovich está valuado en 180 mil pesos.
Algunas fotos de la boda fueron difundidas a través de Twitter por el locutor de radio Raúl Brindis, en las cuales se muestra que la boda fue realizada sin ningún protocolo sanitario pese a la pandemia.
Claudia Pavlovich asegura que esto es violencia de género
Tras difundirse la boda masiva de su hija, la gobernadora de Sonora escribió en Facebook que todo se trata de una campaña en su contra y aseguró que todo esto era violencia de género.
“soy sujeta de esa misma violencia que, basada en medias verdades y mentiras completas, como suele ser la violencia de género, pretende dañarme en lo personal y en lo profesional; pero esta vez fueron más allá, y no solo me dañan a mí sino a lo más preciado que una mujer puede tener, su familia, sus hijos”, se lee en su publicación.
Sin embargo, realizar una boda en medio de una pandemia es lo que las personas criticaron, pues miles de personas han muerto, millones han enfermado, y otros tantos siguen haciendo fiestas como si tuvieran algún privilegio para realizarlas.
Fuente: Sin Embargo
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