Seguramente que en los últimos días has estado escuchando sobre todo el revuelo de The Nun o La monja y cómo es la película “más demoniaca” de los últimos años. La cosa es que en realidad, la historia dista mucho de lo que sale en la película y aquí te vamos a decir qué tranza con ese terror a lo Hollywood.
La cosa es que como seguramente bien sabes, la historia se desprende de la saga El Conjuro esa que relata dramas demoniacos cuya inspiración surge de casos “verdaderos” inspirados en los Warren.
¿Y quiénes son los Warren?
Bueno, son unos cazafantasmas y cazaespíritus de primera encarnados por Patrick Wilson y Vera Farmingan. Luego está el rollo de Anabelle y su segunda parte en la que se narra cómo se volvió una poseída de primera.
Porque seguro recuerdas a Anabelle.
Es como la hermana gemela de Lucía Mendez o algo.
Pero bueno, ahora tenemos La Monja, cuya historia está centrada en la villana de El Conjuro 2: una monja loca que se dedica a alebrestar a todos y aparecerse en visiones. Muy parecida a Marilyn Manson por lo que no nos da tanto miedo.
*Mucho ojo: spoilers aquí*
Bueno, pues la nueva película va al “aparente origen” de la monja esta. Se supone que la monja está representando al demonio Valak en persona, pero las cosas son más bien distintas porque ¿qué clase de demonio querría encarnar en una monja?
¡Aburrido!
Entonces, según todo esto Valak está en el convento rumano porque ahí había un hombre súper loco que abrió un portal entre el infierno y la tierra, pero luego los cristianos llegaron al lugar y lo sellaron con la sangre de Cristo, hasta que con la Segunda Guerra y sus bombardeos la tierra se abrió y Valak volvió a rondar por ahí.
Ya sabes, un convento que en realidad es más como un castillo.
Pero bueno, en realidad y según los expertos en nuestro amigo y señor el demonio, Valak es bastante distinto a una monjita.
Según un libro llamado La llave menor de Salomón, una colección de textos antiquisimos traducidos por dos infames ocultistas, Valak en realiad es un demonio de alto rango y no nada más eso: ¡es el presidente del infierno!
El libro también precisa que “es un espíritu imponente e increíble, con apariencia de un niño con alas de ángel” que monta sobre un dragón de dos cabezas y “su oficio es dar las respuestas verdaderas sobre tesoros escondidos”.
Además bajo su mando están las 38 legiones de demonios…
Por eso Valak se ve más bien así:
¡Chingón, ¿no?! Quiero decir: ¡está montando un monstruo de dos cabezas! Cuando la monja esta ni siquiera puede deshacerse del hábito.
¿Un demonio virgen? Seguro es amix never enemix de papa Francisco o algo así:
Así que si ya fuiste a ver la película seguramente te quedaste pensando quién demonios sería Valak y si en serio tendría aspecto de monja, pero ahora sabes que no. Si no la has visto entonces puedes omitirla y si aún así la quieres ver… ¡no te resistas e invoca a tus demonios internos!
Reseña: La Monja — Un patético intento de propaganda cristiana
Además algo sí vale la pena en la cinta.
Este chico francés guapísimo que es como un chivo expiatorio en la historia y cuya alma es tan pura que el demonio no puede poseer.
Se llama Jonas Bloquet por si te interesa que te salve del chamuco.
¡El mismito diablo, bombón!
Así que la próxima vez que los del conjuro no les digan ni les cuenten: el demonio puede ser tu crush si es que está tan guapo como este muchacho Bloquet.
