En el 2020 no todo es malo porque pese a todas las desagradables noticias y la preocupante situación, aún hay gente que nos hace salir adelante con sus enseñanzas de vida. En esta ocasión, un sacerdote de Perú realizó el gesto más noble del año al adoptar a un bebé abandonado con Síndrome de Down.
La noticia se volvió viral porque además de conmovernos el corazón, se dio a conocer que recientemente el cura festejó sus 51 años de edad y el regalo que la vida le mandó es un hermoso niño de apenas dos meses de nacido.
Sacerdote se convierte en padre al adoptar a bebé con Síndrome
Omar Sánchez Portillo es el hombre que decidió cambiar su estilo de vida con tal de cuidar a una nueva personita. El cura de origen sudamericano es reconocido en su comunidad por el altruismo que hace constantemente. Así que esta noticia no es obra de la casualidad.
De acuerdo con información del Diario NY, el menor quedó huérfano en el hospital donde nació. Su mamá, una joven de 17 años, escapó de la clínica tras el parto y no se supo más de ella.
Dos meses después, el personal del hospital contactó al sacerdote para ver si se podía hacer cargo del bebé con Síndrome, quien sin titubear aceptó y hasta nombró a su nuevo acompañante como Ismael.
“Llegó en un día muy especial, en mi cumpleaños como un detalle especial de Dios en mi vida sacerdotal, como fecundidad, como padre espiritual, como ser humano”, reveló emocionado Omar Portillo a ACI prensa.
Desde hace 13 años, el padrecito está al frente de la Asociación de las Bienaventuranzas, organización que apoya a niños, ancianos y gente de bajos recursos a través de albergues. Ahí también han llegado bebitos abandonados que afortunadamente reciben una segunda oportunidad de encontrar un familia que los quiera.
https://www.youtube.com/watch?v=WDHwMk4n9Cs
Así es como este tipo de personas hacen que no perdamos la fe en la humanidad. Además, el sacerdote ya tendrá compañía en casa y ojalá que cuando el bebé cumpla su primer añito hagan una fiesta virtual (porque pandemia) llena de amigos, donde ojalá vayan y no lo dejen plantado como el caso de una mamá que realizó una reunión para su pequeño y solo una persona asistió.