La reina Isabel II, Chabela para los cuates, está en una cuarentena muy estricta porque… bueno, está muy viejecita y si se llega a contagiar de covid-19, sería muy difícil tratar de atenderla y podría tener consecuencias mortales, pero al fin pudimos ver cómo es que la está pasando.
La cuarentena en la que está metida la reina es de lo más estricto y solamente la pasa junto a su esposo, Felipe sin ver a ninguna otra persona… ah, bueno, claro y a toda su servidumbre, que tampoco tiene contacto con gente fuera de los espacios que utilizan estos dos.
Y como esto puede aburrirle a la reina, ha estado buscando cubrir sus necesidades de ocio y de diversión haciendo las cosas que más le gustan, como montar a caballo.
En unas fotos difundidas por la BBC, en donde se ve a Isabel II montar a uno de sus 30 caballos bajo el sol radiante del verano británico, mismo del que se protege con una pañoleta y un abrigo bonito, que seguro vale más que toda tu casa.
Esta ha sido una de las actividades más recurridas por la reina a lo largo de su vida y parece que estos momentos en que está alejada de toda su comparsa, sigue disfrutándolo, aunque bien podría estar viendo su Twitter o una película en Internet para no aburrirse, qué sé yo.
Según medios británicos, esta estricta cuarentena incluye que todos TODOS sus empleados se sometan a una prueba diaria de coronavirus antes de que comiencen a trabajar y tengan contacto con la reina… porque, claro, esas pruebas no podrían ser usadas en gente que sí las requiere y no puede costearlas, ¿verdad? Esos que se enfermen por plebeyos.
A pesar de todo, la reina Isabel no ha desatendido sus obligaciones con el parlamento inglés y las reuniones con el primer ministro y los demás miembros de la política siguen realizándose, pero vía telefónica, como en la prehistoria.
Con información de El País