Aunque a Mauricio Clark ya nadie le tira ni un varo, este sigue insistiendo en decir cosas que nadie, neta ni el Erizos, le pregunta, como ahora que aseguró que se arrepiente de haber salido del clóset.
Ahora que es un hijo de Dios, pero de esos que ni Dios quiere, Mauricio Clark se encarga de distribuir y vociferar discurso de odio en contra de la comunidad LGBT, misma a la que él pertenece.
Después de venirnos a decir que la homosexualidad es una enfermedad, también ha tratado de hacer ver todo lo referente a su “pasado gay” como lo peor que le pudo pasar, cuando el problema siempre fue él, no su orientación sexual.
A través de su cuenta de Twitter, que es casi es un panfleto de alguna organización radical anti derechos y diversidad sexual, compartió lo siguiente:
¡Cómo me arrepiento de mi pasado y de mis tropiezos actuales! Pero de lo que más me arrepiento fue de haber salido del closet al aire en #PrimeroNoticias ante millones de televidentes habiendo pervertido y confundido a tantos con ese mensaje que solamente creo más confusión.
En su momento, su decisión de salir del clóset ante el público del noticiario donde participaba fue perfectamente recibida, sobre todo porque con eso también buscó ayuda respecto a su terrible adicción a las drogas.
Pero como es más fácil lavarle el coco a un adicto que a cualquier otra persona (la pachamama, bro), terminó cayendo en las garras de la religión cristiana y asegurando que el problema no era su consumo de drogas, sino su orientación sexual.
Mauricio Clark no solamente es activamente discriminatorio y homófobo, sino que ha comenzado a buscar a otras personas de la comunidad LGBT para ofrecerles terapias de conversión.
Sí, esas mismas que las organizaciones mundiales de derechos humanos han considerado como crímenes de odio directos. En fin, esperemos que ya le llegue su hora y deje de hacerle al loquito con el amigo imaginario.
Con información de La Verdad