A unos años del hecho, Katy Perry contó cómo pasó el momento en que estuvo a punto de suicidarse después de que terminó con Orlando Bloom y su disco Witness fracasó rotundamente.
Katy Perry admitió sin un ápice de pena que en 2017, cuando lanzó Witness, su útlimo álbum, pasó por un terrible momento después de que Orlando Bloom terminara con ella.
No solo se trataba de una decepción amorosa, sino que su álbum fue calificado como una de las peores decepciones de ese año, además de que terminó por hundirse sin lograr ningún tipo de éxito significativo.
Con las cosas de cabeza, su vida dio un giro repentino e inesperado. Ella, que había estado siempre apuntando a la cima, se desmoronó en tan solo unos momentos.
Su carrera, su vida amorosa y todo parecía estar de cabeza. Después de pasar momentos difíciles personalmente, mientras era la solista femenina más popular y exitosa del planeta, esta vez no tenía nada de qué sostenerse.
Katy Perry vio el suicidio como una opción viable y realista para desaparecer sus problemas y así fue como consideró que resolvería todo… pero afortunadamente no fue así.
Ella misma reconoció que fue difícil, pero que tenía que sucederle algo así para entender que su vida no podía ser una diva pop todo el tiempo.
Después de eso, trató de entender por qué se fue a la Witness y cómo su vida pudo y puede cambiar a partir de eso. Finalmente, aún no cae tan bajo como para aceptar una residencia en Las Vegas.
Ahora, Katy Perry está esperando un bebé de Orlando Bloom y a punto de casarse con él, algo que en ese momento parecía imposible porque… bueno, se habían mandando a la Witness también.
Es claro que en la vida no se puede estar todo el tiempo en la cima y es una fortuna que Katy Perry lo haya entendido, porque gracias a eso sigue entre nosotros hoy en día.
Con información de MSN
