Todo en exceso es malo y la prueba de esto es una joven que murió envenenada por la cantidad de proteína que tomó.
Meegan, una joven dedicada al ejercicio, hace unos meses murió de forma sumamente inesperada, cuando tenía tan solo 25 años.
De acuerdo con las redes sociales de Meegan desde el 2016 se dedicaba a consumir batidos de proteínas, sin embargo no sabía que estos elementos en exceso le harían tanto daño que acabarían con su vida.
De acuerdo con Michelle, madre de la joven, su hija llevaba mucho tiempo alimentándose solamente de carne roja, pollo y licuados de proteína, lo que al combinarlo con ejercicio, aparentemente le daba increíbles resultados, pero perjudicaba a su salud sin que nadie lo sospechara.
Aunque parezca bastante raro, los suplementos que Meggan bebía le causaron la muerte, a pesar de que cuando estaba viva no le fue diagnosticado ningún problema.
Su mamá notó que cada vez que su hija bebía uno, las manos le temblaban. Tristemente la joven falleció a tan solo dos días de que la mamá notó que esto pasaba.
Meegan fue declarada con muerte cerebral por el hospital, lugar donde el equipo médico encontró que padecía de un defecto en el ciclo de la urea.
El ciclo de la urea es un proceso metabólico con el cual el hígado se encarga de transformar en urea el amoniaco que las proteínas aportan al cuerpo humano y luego de deshacerse de ella a través de la orina.
Al tener un problema en este ciclo, las personas son intolerantes a las dietas altas de proteínas ya que los aminoácidos se convierten en amoniaco libre que no puede filtrarse para ser expulsado del cuerpo y esta sustancia es altamente tóxica en la sangre.
Michelle, decidió dar a conocer la historia de su hija, para prevenir a las personas que se encuentran en esta clase de dieta y para que se regule la venta de proteína.
En paz descanse Meegan.