El Pangolín es uno de los animalitosbebé que más amamos en esta tierra. Además de ser la génesis de nuestro amado Dr. Pangolín, es también uno de los seres más increíbles del universo, pero también de los más amenazados por la tonta y egoísta humanidad, como esta terrible noticia lo atestigua.
En Hon Kong se realizó el decomiso masivo más grande hecho en la historia de las escamas de este hermoso mamífero, que constó de 13 toneladas de puras escamas.
13
MALDITAS
TONELADAS
Esto, según el Pangolin Specialist Group, dedicado a su conservación, representa aproximadamente el asesinato cruel, inhumano y estúpido de 36 mil pangolinesbebé que vivían tranquilamente en Asia hasta que esto sucedió.
Los pangolines son una especie sumamente amenazada en el mundo. A pesar de no ser parte de un mercado activo para el consumo humano, se les ha cazado con excusas de tratamientos curativos arcaicos que carecen de cualquier fundamento científico.
Tras años de extensa caza furtiva prohibida, dos especies de pangolín se encuentran gravemente amenazadas, mientras las otras seis que existen a lo largo del mundo enfrentan una crisis si es que sus condiciones de vida se mantienen de esta forma.
A pesar de que todas las leyes internacionales prohiben la caza de pangolines y establecen que deben ser protegidos como especie, países como China o Vietnam siguen viendo en la carne de pangolín un alimento que otorga status, sobre todo porque su carne se comercia de manera ilegal y a precios exagerados.
Por otro lado, sus escamas se venden como remedios contra enfermedades como el reumatismo o padecimientos de la piel. El 80% de la gente de estos países, según una encusta de WildAid, aún cree que los mitos sobre la carne y las escamas del pangolín son verdad.
El confiscamiento de este cargamento no nos da ninguna esperanza. A pesar de que se detuvo a los culpables, estos son solo uno de los cuantos que se dedican a cazar a este animalitobebé para satisfacer su sed de avaricia.
Solo nos queda esperar que el Dr. Pangolín aplique toda su ira y su rigor, mientras esperan triste y lentamente el día de su muerte.
Con información de The New York Times
