Para muchos amantes de la música en vivo, el mes de abril empezaba de la mejor manera, con un festival lleno de buena vibra, con un cartel poderosísimo y hasta cierto punto, increíble, y con cuatro ediciones igual de ganadoras antecediéndolo: Ceremonia.
El 1 de abril fue un día difícil para todos, para los chilangos que se movieron a Toluca para asistir a la quinta edición de este Festival en el Centro Dinámico Pegaso, para las personas que desde el interior de la república, y hasta de otros países se dieron cita ahí, y encontrarse con algo inexplicable al llegar al lugar. Puertas cerradas, mucha gente formada y a la vez mal informada sobre qué estaba pasando y por qué si el reloj ya marcaba la hora de la primera banda, nadie había podido entrar aún.
La explicación fue simple, difícil de entender para muchos, sin sentido para otros tantos, pero simple al final: Por seguridad de los asistentes y el talento que se presentaba y debido a las condiciones climatológicas y los fuertes e impredecibles vientos, el festival se cancelaba.
No fue una decisión tomada a la ligera, ni con ganas de chingar a los asistentes, mucho menos de joderlos y quedarse con su dinero, porque vamos, los organizadores, comercios involucrados y bandas habían también invertido bastante tiempo y dinero para poder estar ahí, solo que, por seguridad de todos y esperando evitar un accidente mayor a las torres de bocinas y baños portátiles que salieron volando, lo mejor era cancelarlo.
Descontento, mentadas de madre, almas y confianzas rotas y un sin fin de quejas fue lo que siguió al anuncio oficial de la cancelación del festival el sábado 1 de abril. Todos estábamos enojados, desolados y deshechos. No había algo que nos consolara de la perdida, hasta que se hizo el segundo anuncio. Ceremonia 2017 sí se realizaría, con un día de retraso y algunos nombres menos en el cartel como M.I.A., Beach House y Vince Staples , pero al final sucedería porque #CeremoniaEnDomingo.
Para quienes querían festival a fuerza porque ya se habían hecho a la idea, lo hubo. Para los que no iban a aceptar segundos platos como respuesta y exigían reembolso, lo habrá. Para los que nunca tuvieron interés en el evento pero al final estaban interesados en el chisme, también hubo entretenimiento por dos días con tantos memes express y publicaciones en redes sociales que parecían no tener fin.
Pero para los que si fueron, el resultado de este desmadre fue realmente bueno, mucha menos gente, las personas que asistieron lo hicieron porque querían vivir ese festival y se habían hecho a la idea de disfrutarlo sin importar lo que hubiera pasado antes, y se sentía en el ambiente. Mucha gente en buena vibra, con mucho sol y calor en la cara, pero también muchas ganas de disfrutar lo que había quedado de lo que el viento se llevó.
Citando a una amiga cuando platicábamos sobre esta montaña rusa de fin de semana: “Fue una lección de vida para mi, me enseñaron que siempre hay que seguir adelante a pesar de las circunstancias (que pasó con el escenario, quién es el responsable, eso no lo sé) pero no puedes sentarte a llorar o esconderte, lo mejor es afrontar lo que te ponga la vida y dejar fluir las cosas, todos íbamos para pasarla bien escuchar y bailar, hay que tomar de la vida lo que nos ofrezca y ese día nos dejó con un buen sabor de boca, bien por el Ceremonia”
