La muerte de Aretha Franklin no fue asunto menor en el mundo. Una de las voces más importantes de la historia de la música, así como una de las mujeres más importantes en las luchas por derechos para minorías se fue entre aplausos de sus fans… y un algo similar de Donald Trump.
El presidente estadounidense, que tiene una conexión directa entre su recto y su boca, dedicó unas palabras de despedida para la Reina del Soul: “trabajó muchas veces para mí”.
Y, bueno, cuando el mundo entero está hablando de una mujer afroamericana, que escribió una canción para gritar por un poco de libertad (“Respect”, que no se te olvide, amiguitx), Trump tuvo que hablar… de sí mismo.
![Aretha Franklin - Respect [1967] (Original Version)](https://i0.wp.com/i.ytimg.com/vi/6FOUqQt3Kg0/hqdefault.jpg?ssl=1)
Por supuesto, esto no es otra cosa que una muestra fidedigna del narcisismo total con el que se maneja el presidente de Estados Unidos. Todo tiene que tratarse de él… o no se trata de nada.
La frase, al mismo tiempo que le dirige los reflectores (como todo lo que dice), también buscó hacer menos notable el legado de Aretha. Había extremadamente, y exageradamente, otras razones por las que recordarla, y no por una relación contractual, además en un tono que suponía que Aretha era, en esos momentos, de su propiedad.
La figura de Franklin no solo fue importante en el siglo pasado. Aún ahora, con luchas históricas por derechos humanos, existen personajes como Donald Trump, a los que no les vendría mal echarse un recorrido por la discografía de ella, o de Billie Holliday, por solo nombrar a otra persona.
Bueno, tal vez se le olvide también que Aretha nunca lo apoyó, y que a quien sí le representaba su apoyo era a Barack Obama, quien también le dedicó un mensaje de despedida, agradeciéndole su paso por el mundo, como una gran figura para la comunidad afroamericana.
Y, bueno, desde Erizos solo podemos decir que, no, Aretha nunca trabajó para ti, Donald. Ni para nadie, su voz era de ella y para los suyos, de nadie más. Rest In Power, Aretha.
