Thalía volvió a ser tema de conversación en México. Ya no por una telenovela, tampoco exactamente por su música, sino por sus historias de Instagram. A muchos no los tiene contentos, y por eso quieren adelantar la marcha para cancelarle el Internet.
Las publicaciones de la cantante en esa red social no solo fueron, primero, motivo de burla, sino también ya un reto viral completo que se bautizó como el #ThalíaChallenge, que consiste básicamente en imitarla.
Sin embargo, para los organizadores del evento esta es la principal razón para adelantar su protesta, porque ya no la aguantan. Y pues ni modo. No estamos seguros de que esto tenga algún efecto en Thalía, porque más que quitarle las ganas, solo le dio más razones para seguirle mostrando al mundo que le gusta la Internet.
Además de que es totalmente estéril el esfuerzo (ya sabemos que la marcha no se va a hacer, tampoco inventen), no comprendemos por qué insisten en decirle a alguien cómo usar el Internet, sobre todo cuando lo ha hecho durante muchísimo tiempo, solo que no se habían dado cuenta.
Existen recopilaciones enteras AdT (antes de tikitikitikití) que dan prueba de ello, donde se siente geisha, donde anda con la dieta del día, donde encuentra su costilla; hasta en sus publicaciones lo muestra, como el día del cumpleaños de Tommy Mottola, que le entregó un pastel con un momazo del productor.
Ahora, todas esas muestras de rechazo, en vez de complicarle la vida, parece que se la están dando más fácil, porque aunque su canción con Natti Natasha había pasado medio desapercibida, esta semana logró colocarse en el primer lugar de los éxitos de Spotify México.
Así que ya se la saben, si algo les cae mal, lo mejor es ignorarlo porque el Internet se encarga de ponerte en todos lados lo que menos te guste, ya sea Thalía, los feminicidios o las victorias del Cruz Azul.