Los duques de Cambridge, el príncipe William y Kate Middleton, son dos padres muy jóvenes de tres hermosos niños: el príncipe George (heredero del trono), la princesa Charlotte y el pequeño príncipe Louis.
Así que aunque aún falta mucho tiempo para que a los dos les toque lidiar con la llamada revolución hormonal de sus bebitos, ambos saben que llegará el día en que la adolescencia y la identificación de sus preferencias sexuales les llegue.
Aquí la familia feliz:
Pero… ¿qué dijo el príncipe cuando le preguntaron qué haría si uno de sus hijos fuera gay o lesbiana?
Resulta que durante una visita al centro Albert Kennedy Trust, una organización benéfica que ayuda a jóvenes LGBTTTIQA+ que se han quedado sin casa, el príncipe respondió al cuestionamiento.
“Sabes qué, últimamente he estado pensando mucho en ello porque otros padres me han planteado la misma pregunta. Creo que en realidad no es un tema que te plantees hasta que tienes hijos y, por supuesto, a mí me parecería bien”.
Sin embargo, y a pesar de que los miembros de la familia real están entrenados para salir de preguntas incómodas, el príncipe no paró ahí y ahondó en la cuestión de tener un hijo o hija abiertamente homosexual.
“Lo único que sí que me preocuparía sería cómo se interpretaría y qué reacción provocaría, en especial debido al papel de mis hijos. Kate y yo hemos hablado mucho de ello para asegurarnos de que estén preparados. Creo que la comunicación es clave en cualquier sentido: tienes que asegurarte de que hablas de cualquier tema y que sabes apoyarlos y ayudarlos a procesar lo que sea necesario”.
Además, William no se detuvo ahí y afirmó que lo que más le angustiaría de tener un hijo gay o una hija lesbiana no sería el hecho de que esto pasara, sino que los chicos fueran víctimas de discriminación por su orientación sexual.
“Desearía que viviéramos en un mundo donde resultara lo más normal del mundo, pero como padre me pone nervioso, sí, por mi familia y la posición en que nos encontramos… Me angustia pensar en los comentarios horribles y los obstáculos a los que se enfrentarían, y la discriminación… Pero esa es nuestra responsabilidad: asegurarnos de que todo eso quede atrás y que esas dinámicas y actitudes formen pronto parte del pasado”.
Así que el príncipe logró demostrar estar en favor de la comunidad LGBTTTIQ+ y que si fuera el caso, no tendría ningún problema con tener un hijo gay, o que el heredero del trono fuera homosexual.
Por fortuna, el mundo sigue avanzando, y la inclusión sigue haciéndolo con él.