Tal vez no lo sabías, pero cuando alguien de la familia real británica se casa, tiene que respetar la tradición de elegir un pastel de frutas para compartir con los invitados de su boda.
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Esta tradición lleva un ratote celebrándose, pero el Príncipe Harry, siendo rebelde como él solo, decidió junto a su prometida, Meghan Markle, llevarle la contra a la Familia Real eligiendo un pastel… poco ortodoxo.
¿Qué pastel tan escandaloso eligieron que se volvió nota y se posicionó como uno de los temas más comentados del momento? ¿Acaso fue algo como esto?
Resulta que no, y que el escándalo que se formó alrededor de la decisión de la joven pareja que se casará el próximo 19 de mayo, viene ni más ni menos de que ambos eligieron un pastel de limón y flor de saúco “inspirado en la primavera” con crema de mantequilla y flores frescas.
Sí, ese fue el “extrañísimo y rebelde” pastel que la pareja eligió para compartir entre sus seres queridos durante la celebración de su boda.
El polémico pastel será horneado por Claire Ptak, una chef internacional dueña de un exclusivo establecimiento dedicado a hacer pasteles de lujo para los más ricos y autora de un libro que enseña a hacer pastelillos de lo más deliciosos, dicen.
El pastel de Ptak alcanzará para los 2 mil 600 invitados que sin duda, se pondrán sus mejores garras para asistir a una de las bodas más esperadas del año.
¿Y qué razones se esconden detrás de la decisión de hacerle el feo a la tradición de la familia Windsor de servir pastel de frutas durante las bodas reales? Resulta que Meghan quiere usar solo ingredientes de la temporada y orgánicos.
La boda entre Harry y su prometida, será un evento seguido por miles y, según las estimaciones de banda que sí sabe de esas cosas, la fiestecita costará varios millones de libras esterlinas.
“No me puedo imaginar que Harry y Meghan puedan lograr la boda que buscarían en algo menos de 500 mil libras esterlinas (670,000 dólares),” dijo Aimee Dunne, una reconocida organizadora de bodas de alto caché.
Sin duda esta gente de la realeza tiene dinero hasta para aventar pa’ rriba.
