Miley Cyrus ya se cansó de que todo lo que hace (que todo lo que hace [que todo lo que hace]) está mal (y no sabe por qué) en el amor y ya mejor se va a dedicar a su faceta de empresaria con su nuevo negocio, un bar de marihuana y productos canábicos en California.
Este nuevo changarro lo abrió junto a Mark Ronson y Chris Rock, que parece que también ven con buenos ojos el subirse al tren marihuanesco con la boca seca y los oclayos bien rojos.
Su nombre es Lowell Cafe y acaba de abrir sus puertas para todo el público que quiera quemarle las patas al diablo o que Martín les pague sin tener que esconderse o tener que esconderse en un cuarto rascuacho con productos de mala calidad.
La carta de este establecimiento incluye diferentes tipos de yerbas y un sinfín de productos con los componentes activos de la planta, como el tetrahudrocannabinol o el cannabidol, que te van a dejar como conejito en primavera.
El lugar tiene un aforo para aproximadamente 220 personas y no hay restricción para su entrada. Eso sí, no esperes que sea tan barato como la marihuana de la esquina de tu casa. Todos los productos de este lugar están avalados por las leyes norteamericanas y cumplen con estrictos estándares de calidad.
Miley Cyrus está demostrando que no solo quiere jugarle a la Doña Vergas, sino que en realidad lo es. A pesar de que sus dos recientes amoríos fracasaron horrendamente, eso no es impedimento para que le meta a otros aspectos de su vida más importantes que aguantar a Liam Hemsworth y a su horrible familia.
La cantante está aprovechando que en Estados Unidos la legalización de la marihuana está abriendo nuevas posibilidades de mercado, que no todos están tomando por timoratos, pero que ella, junto a otros dos enclenques que no le importan a nadie.
Con información de T13
