La gente no soporta el hecho de que su vacaciones de Semana Santa ya terminaron, que el cambio de horario les robó una hora de sueño y que es lunes.
Lee también: Alguien defecó en una alberca de Aragón y tuvieron que desalojar el balneario
Pero tenemos la cura para esos males. El becario del Doctor Pangolín recetó unas tabletas de paracetamemes de 500 miligramos como remedio para el dolor de alma y corazón, reacción natural al fin de los días de asueto.
Primero tuvimos que lidiar con el siempre horrible cambio de horario del de invierno al de verano, que nos roba una hora de sueño en la camita y nos confunde mil.
Luego recordamos que las vacaciones de Semana Santa fueron lo mejor que nos ha pasado en 2018 y que lo único que queremos ahora que terminaron, es volver a la cama.
Es horrible recordar que el cambio de horario nos arrebata una hora de sueño y tal vez de vacaciones.
Los viejitos se identificarán 100% con este.
¿Dónde está la hora de vida que nos robaron sin avisar ni pedir perdón?
Otros afrontaron la realidad de una forma menos… elegante.
Hubo quienes regresaron a la oficina solo para descubrir el tremendo caos en el que se sumergió durante su ausencia.
Es esa horrible transición entre el viejo horario y el nuevo, la que no podemos superar jamás.
Pero nos consuela saber que hay alguien “allá afuera” que parece sufrir mucho más que nosotros.
Neta, amigos, con tanto tiempo que pasan en redes sociales, ¿no se enteraron que se cambiaba de horario este fin de semana? Era para que ya estuvieran más que preparados.
Ya, fuera de bromas, si aún no lo haces, recuerda que hoy vives una hora más adelante que el viernes y sábado pasados.
Adelanta tu reloj, valedor y no seas como toda esta gente que no se enteró que este domingo se cambiaba de horario al de verano, uno que durará varios meses hasta que la penumbra del de invierno vuelva.
Aún así, entendemos que el horario de verano y su constante ajuste anual nos arruine la vida. Realmente no sabemos porqué la sociedad insiste en martirizarse al menos dos veces al año con tanto ajuste de las manecillas del reloj.
No, neta que no lo entendemos.