Los videojuegos de antes eran muy diferentes a los de ahora. Mucho más sencillos y menos bonitos, pero todo se concentraba en las mecánicas del juego. Dentro de lo más importantes están Contra, que hizo noches, tardes y mañanas eternas con la imposibilidad de su dificultad.
SÃ, la neta este juego estaba bien difÃcil. De hecho, era tan complejo que de ahà conocemos el Código Konami, que es un truco que todos los chavorrucos que huelen a OBO conocen.
Pero ahora, con todo y que la tecnologÃa es ampliamente más compleja y digna del mundo que nos imaginábamos por ahà de 1980, los morritos no pueden echarse ni el primer nivel de este videojuego. Pero que no sean las palabras, sino los hechos, los que nos den la razón.
Y pues no, no logran hacerla. Se ven bastante novatos, considerando que muchos nos aventamos estos juegos en edades de entre los seis y los 15 años. Y, venga, que no es que creamos que los niños de ahora son menos inteligentes o capaces que los de antes.
Obviamente las razones pueden ser muchas. Desde que no están acostumbrados a las mecánicas de los videojuegos antiguos, hasta que los que se hacen ahora están enfocados en otras formas de dificultad, como escenarios gigantescos con búsquedas y no con destreza de acción-reacción precisa.
Además, que todo estuviera construido con pocos bits lo hacÃa complejo para el movimiento, aunque bastante intuitivo. Puede que lo único que debamos hacer es darles más oportunidad para que se acostumbren.
Y ya, después de eso, poner a varios ruquitos a jugar las cosas que juegan los muchachones ahora. Asà ya se podrÃa ver de qué lado masca la iguana, quién huele más a OBO y quién tiene más Doritos en el torrente sanguÃneo.
Antes de eso, lo único que podemos especular es que tú tampoco eras tan hábil el primer dÃa que jugaste contra, ni tampoco después, porque usaste un código que sigue hoy en trucoteca.com.