Todo el mundo quería que Lady Gaga y Bradley Cooper tuvieran una relación porque… pues porque parece que dos personas no pueden tener una relación cercana sin que piensen que quieren compartir fluidos.
Después de su presentación en los Oscar, en donde ambos se comieron con la mirada, en una extensión de cualquier escena de A Star Is Born, el mundo de Internet salió a asegurar que este par andaba compartiendo sábanas.
A esto se le sumó que, ciertamente, hacen un pareja impresionante en la pantalla y en el escenario y que, días más tarde, Irina Shaik, novia de Bradley, dejó de seguir a la cantante en redes.
Sin embargo, Gaga salió a decir que “ah, te la creíste, we”, porque todo es una gran mentira. Según ella misma, todo sigue siendo actuación y los dos no son más que grandísimos amigos.
Igual, explicó que para ella las redes social son el retrete de Internet, por lo que ahí solo vamos a encontrar caca y pipí. La mera realidad es que ambos querían que el público viera amor y… PUES LO LOGRARON.
Claro, aquí entra la incapacidad del mundo para poder entender que dos personas haciendo su chamba son… pues eso, dos personas haciendo lo que quieren hacer, que en este caso es representar un romance y cantar una canción.
Así que para la próxima que tu amiga la chismosa llegue a decirte que estos dos se andan comiendo, recuérdale que es parte del retrete del Internet, aprovado por Lady Gaga.