En el mundo hay demasiadas mujeres creando y haciendo ruido, pero seguimos sin conocerlas. Así que en La Chingona de la Semana te presentaremos siempre a mujeres increíbles, y en esta ocasión hablaremos de King Princess.
Las personas más talentosas del mundo son chicas que graban canciones en su cuarto, tocan miles de instrumentos y componen sin una disquera detrás. Entre ellas está Mikaela Straus, mejor conocida como King Princess, una mujer que llegó sin saber que el mundo del pop la estaba esperando.
A principios del 2018 King Princess lanzó “1950”, su primer sencillo, en diferentes plataformas musicales. La canción llegó a los oídos de uno de los mejores productores de la industria: Mark Ronson (quién grabó el último disco de Amy Winehouse), convirtiéndose en la primera cantante en firmar con Zelig Records de Columbia, la nueva productora de Mark.
La industria la describe como una joven prodigio de la música, señalando que Straus hizo su primer LP (de 5 tracks), tocando todos los instrumentos en todas las canciones que ella misma escribió y con tan solo 19 años de edad. El productor Ronson dijo que eso solo era una “embarradita” de lo que está por venir.
La seguridad en sí misma no es un acto. Nacida como Mikaela Straus, creció literalmente en un estudio de grabación: su padre, Oliver Straus, es ingeniero y propietario de Mission Sound de Brooklyn. Así que para Straus fue inevitable seguir en la industria, con un talento natural para escribir canciones asesinas.
Pero King Princess, además de ser una increíble cantante de pop y compositora, tiene algo que hacía falta en nuestra cultura pop: asumir su sexualidad. Sin pena y sin miedo, la cantante se define como lesbiana.
Al igual que muchos niños LGBTQ +, Straus se crió en el arte queer. Sus ojos se iluminan cuando habla de iconos de la cultura pop gay: Buffy, The L Word y Skins, estaban ahí cuando ella los necesitaba. Ahora, King quiere ser una guía para la próxima generación de jóvenes queer.
En cada canción, Straus canta al amor, a la pérdida y a la lujuria, ella dice que no tiene “ningún miedo”, lo que hace imposible que deje de ser auténtica.
“Quiero llegar a un lugar donde la historia sea menos sobre mí y mi cara y más sobre qué diablos está pasando en este mundo. Cómo puedo ser una voz activa para la gente gay, pero también para la industria de la música. Este es el arte que necesitamos ahora. Esto es lo que necesitamos ahora. Estamos en un renacimiento, y necesitamos personas para rebelarse, venir y traer mensajes al arte “, mencionó King Princess en entrevista para Rolling Stone.
En un mundo donde nos rodea la falsedad, la hipocresía, los asesinatos, los homofóbicos, la gente sin escrúpulos y la doble moral (lo vemos día a día en las notas que publicamos y que tomamos con humor), el hecho de que King se asuma como ella quiere y no cómo le dicen, es súper importante.
Por eso King Princess es la chingona de la semana, es la artista que no sabíamos que necesitábamos, pero que llegó para hacernos saber que también queremos más músicos y personas auténticas en el mundo.
Lo más padre de todo, es que tendremos la oportunidad de disfrutar su música en la Ciudad de México, en noviembre de 2019.
En Erizos no podemos esperar para verla, ¿ustedes están listos?