Imágenes que solo los que tienen más de 27 años entenderán porque nacieron justo en la época correcta.
¿Te crees muy cool porque naciste a partir de 1996 y le sabes al Snapchat y sabes quiénes son los youtubers del momento?
Detente un segundo, porque los nacidos entre 1985 y 1990, te vamos a dar una lección de historia que jamás olvidarás.
Los niños que en serio se divirtieron en los noventa y principios de los 2000’s, entendieron lo divertido (y complicado) que era usar estas cosas.
Solo los que nacieron a partir de 1985 entenderán lo genial que quedaban los documentos cuando usábamos la herramienta definitiva de diseño gráfico: WordArt.
¿Que puedes tener tu música en tu celular? ¡Claro! Nosotros también usamos Spotify, pero lo que los chavitos nacidos a partir de 1996 no saben, es lo genial que fue usar un DiscMan y ser el chico más cool de la escuela.
En la escuela, la única manera de adivinar tu futuro era con estas cosas.
Antes de internet y los jueguitos de celular, nos entreteníamos viendo cómo esas tuberías iban y venían solo para cambiar de colores ocasionalmente y sorprendernos cada segundo.
Así como todavía dan clases de fotografía analógica, en las escuelas deberían ofrecer cursos para que los centennials sepan lo que sus predecesores (nosotros) aprendieron a hacer sin maestro alguno y por pura intuición: reparar un mouse.
Quien no quiso un paquete de estos plumones en la escuela, no tuvo infancia.
Antes de las pantallas planas, teníamos que chutarnos una película educativa en estos monstruos tecnológicos.
Y ver nuestras películas favoritas en esta innovación audiovisual era todo un salto cuántico hacia el futuro.
Fortnite no tiene nada comparado con este jueguito que no necesitaba pilas para disfrutarse.
Aunque los millennials también tenemos fallas. Por ejemplo, allá en 2004, no sabíamos que los pantalones acampanados podían arruinarse si los arrastrábamos por el pavimento.
Hoy tendremos toda nuestra música en un teléfono, pero antes, cargar con una de estas cosas en nuestras vacaciones era E-SEN-CIAL para pasársela chévere.
Niños y niñas por igual, todos tuvimos algunas de estas calcomanías en nuestros cuadernos.
¿Para qué comprar una pulsera si tú podías hacer la tuya?
Observa el Netflix de los noventas.