Hombre lucha a muerte con una pitón gigante

Ay, la culebra!

Un hombre luchó hasta la muerte con una pitón gigante… y milagrosamente ganó.

Fuera de cualquier cábula, esta noticia parece completamente irreal: hombre gana pelea hasta la muerte con pitón gigante en Indonesia.

Pero es tan real como el maldito terror que produce.

Todo empezó cuando el bueno y desprevenido Robert Nababan se dirigía a su trabajo en una plantación de palma en la región de Indragiri Hulu. Al parecer, este valiente Chuck Norris de improvisto, era un guardia de seguridad y, en un camino aislado de la provincia Riau, se encontró con una serpiente gigante.

La temible pitón de más de ocho metros estaba bloqueando el paso y tenía acorraladas a dos personas. Así que Nabadan, de 37 años, sacó el pecho y se aventó un tiro con la serpiente.

Al parecer, la serpiente le agarró el brazo izquierdo en un momento de la pelea y le causó fuertes heridas en todo el miembro y en la mano. Pero Nabadan logró, después de mucho tiempo de forcejeo en donde todo el pueblo lo veía con espanto, matar a la serpiente.

El problema para el hombre fue que había perdido mucha sangre y se encontraba en estado de agotamiento tras la pelea. Según el Daily Mail, después de toda esta locura, Nababan sigue vivo pero se encuentra grave.

De cualquier manera, le fue mucho mejor que a otros valientes locos que se han enfrentado a pitones en Indonesia. Y sí amigos, éste no es un caso aislado.

Hace unos meses, por ejemplo, una pitón de siete metros peleó con un hombre, lo mató y tuvieron que sacar su cadáver del estómago de la bestia. Hay un video…

En esta ocasión, como fue el hombre el que ganó, los pobladores colgaron, como un extraño trofeo, el cadáver de la enorme serpiente, para que todos lo vieran. Ahí puesto, la pitón parecía una bestia fugada de algún malviaje satánico. Y, aún así, los niños indonesios se veían muy felices de montar a la serpiente muerta.

Al parecer, también colgaron en el pueblo algunas de las fotos de cómo quedó el pobre de Nababan. Supongo que como agradecimiento o reconocimiento por su valentía. Digo, quién sabe qué están pensando allá: si yo me hubiera encontrado esa cosa en el camino no vuelvo a trabajar en un mes.