Los animalitos bebé son todo lo que necesitamos en este mundo para ser felices. Por eso, debemos cuidarlos y respetarlos, porque estamos casados con ellos desde que nacemos, y es nuestra responsabilidad cuidarlos, pase lo que les pase.
Para buscar establecer este compromiso, la fotógrafa Alex Cearns creó esta serie, donde se dedicó a retratar animalitos con alguna discapacidad para resaltar lo hermosos que son y lo hermosos que siempre serán.
Algunos de estos no perdieron su mirada o alguno de sus miembros por algún accidente. Muchos de los que aquí vemos, fueron torturados y dañados por la misma gente que, en teoría, cuidaba de ellos.
Pero todos, por alguna buena fortuna, terminaron sus historias con un mejor final, por lo que viven sus vidas animales, salvajes y tiernas, con un nuevo cuerpo, que los acompaña como recordatorio de su belleza eterna.
Este pequeñín sigue sosteniendo su figura erguida, a pesar de todo.
Este otro aún cree que puede atrapar todo lo que le rezumbe en los oídos.
Algunos no tienen heridas tan impactantes, pero sí extensas que les impide volver a crecer su pelaje.
Otros comparten la desdicha de haber sido mutilados, pero la suerte de tener otros tres respaldos que jamás deben ser dañados.
Su capacidad superior de escucha los hace tener otro tipo de ojos siempre.
Lo que sí, es que todos parecen irse adaptando.
Y todos son bien khermosos pase lo que pase.
Y no podemos dejar de notar su belleza.
Una belleza que no merecemos.
No merecemos tanta compasión, tantas oportunidades para dejar de hacer lo que les hemos hecho.
Pero eso a ellos no les importa, viven la vida sin preocuparse por el drama humano.
Dan sin esperar más que una caricia y comida, su tributo diario necesario.
Y todos vuelven a dar esa mirada que no tiene comparación.
Alex CearnsEste pequeñín sigue mirando sin miedo a su alrededor.
Y este otro es como un perrocop.
Pero todos, todos, por más hermosos que seguimos encontrándolos, jamás debieron pasar por algo así.