Desde hace varios días Florinda Meza, a quien todos recordamos por haber sido doña Florinda en El Chavo del 8, ha estado dando entrevistas por aquí y por allá por la promoción de su nueva película.
Así, doña Florinda se ha referido a María Antonieta de las Nieves, quien interpretaba a La Chilindrina, y cómo no le gustaría reencontrarse con ella y las razones para no hacerlo, pero esta vez habló de más y contó de las canas al aire de su marido, Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”.
Para que no fueran a pensar que el Chavo era un santo…
Fue en una entrevista con “El Escorpión Dorado” que doña Florinda reveló que su esposo era un coqueto y que en ocasiones salía de farra con sus amigos, regresándose a su casa a altas horas de la noche.
Así lo dijo:
“A veces se iba a comer con Emilio Azcárraga, ‘El Tigre’, eran amigos. (…)Yo soy bien inteligente. Yo sabía que ‘El Tigre’ pues no dejaba pasar una, y que en esas reuniones de comida que se alargaban tanto, seguramente había muchachas, y pues no nada más se la pasaban jugando ‘manitas calientes’ (…) Entonces, yo estaba furiosa cuando llegaba tarde, pero cuando oía el motor del coche rápido me metía en la cama y me hacía la dormida, y él llegaba y me quería despertar y yo le decía: ‘mañana me dices'”.
Aquí ella en la actualidad solo como Florinda Meza y no como doña Florinda:
Pero eso no fue todo, en la misma entrevista, doña Florinda reveló que su esposo se molestó porque a pesar de llegar tan tarde a la casa, ella parecía no hacerle caso.
“Un día se pone furioso y me dice: ¡Con una… llego tardísimo, te encuentro dormida, tú no sabes si vengo de andar con viejas o no, y ni me tomas en cuenta!’. Me enderezo rápidamente y le digo: ‘No sé si estuviste con viejas o no, pero eso lo hablaremos mañana, por lo pronto déjame dormir”.
Ahora bien, seguro conoces su hermosa historia de amor o si no, aquí te la recordamos.
Don Roberto Gómez Bolaños la cortejó cuando él todavía estaba casado, y por eso ella no quería andar con él, pero al final empezó a mandarle una flor todos los días con la promesa de dejar a su esposa.
Así, doña Florinda y él empezaron a salir y ya saben: el resto es historia.
