Dedicarse al volanteo debe ser de los trabajos más complejos en esta ciudad. No solo tienes que aguantar el dolor en las piernas de estar parado tanto tiempo, o el sol durante gran parte del día, también soportar gente odiosa y grosera… pero esos días están por acabarse.
Aunque seamos sinceros, para quienes paseamos por ahí, no es como te cause mucha gracia o diversión que un extraño se te acerque para darte un papel que vas a tirar unos metros más adelante.
Pero eso sí, a veces tienen un mapa del metro en la parte de atrás o descuentos chidos. Pero sigue pareciéndonos basura y nada que agarrarías por decisión propia, pero este genio de la publicidad directa encontró la solución al problema: engañarte.
¿Cómo lo hará? Pues su publicidad está disfrazada de un billete de cien pesos tirado por ahí, en la calle. Tu mente avariciosa y mexquina verá esto y no podrá ignorarlo, por supuesto que eso solucionará el tener que estirar la mano.
Por supuesto que más de uno caerá y se sentirá engañado. Pero esto, al menos, ya te habrá hecho levantar su volante y ver qué tiene, para saber quién fue el monstruo sin sensibilidad que te timó.
Ahora, seguramente el genio que inventó esto revolucionará el mercado del volanteo y cada día veremos más billetes falsos tirados por ahí, que esconden publicidad de un taller mecánico o de una tienda de ropa de paca.
Seguramente esto le abrirá las puertas de universidades de renombre, que se pelearán su nombre para darle becas y becas sin fin. Eso sí, puede que también estemos frente a un descenso considerable de la falsificación de billetes y del agandalle de “yo lo vi primero”, porque ya nadie sabrá si lo que recoge es real o solo un volante más de “Pollería ‘Las Cruces'”.