Existen momentos en la vida que quisiéramos poder expresar de una manera tranquila y sensata nuestro enojo, sin embargo, explotamos y decimos groserías.
En México, y el mundo, hacer esto es muy común aunque está mal visto. Pero… les tenemos una buena noticia, de acuerdo con la Universidad de Kelee (Inglaterra), maldecir y decir groserías puede ser bueno para la salud mental y física.
Para empezar, decir groserías ayuda a que las personas tengan mejor control de situaciones, esto aumenta la confianza y la autoestima.
Segundo, expresarlas después de sentirnos frustrados es bueno porque tienen un efecto analgésico. Al decirlas también liberas energía y la canalizas de otra manera. Así evitas ser violento.
Decir groserías también ayuda a mejorar la salud psicológica y física. Aumenta la circulación, eleva las endorfinas y también proporciona una sensación de calma, control y bienestar.
Esto no quiere decir que corras por el mundo maldiciendo y ofendiendo a cualquier persona que veas, recordemos que todo en exceso es malo, no lo decimos nosotros, lo dice un estudio realizado en la Universidad de Erizos.
¿Qué tanto dicen groserías?
A) Nunca
B) No tienen control, más de 25
C) Mientras se bañan y muerden el jabón
