En el mundo hay demasiadas mujeres creando y haciendo ruido, pero seguimos sin conocerlas. Así que en La Chingona de la Semana te presentaremos siempre a mujeres increíbles, y en esta ocasión hablaremos de Bo Peep.
Hace unos días se estrenó una de las cintas más esperadas del año: Toy story 4, una película en la cual parece que Pixar le apuesta a un nuevo personaje: Forky, el tenedor con ojos saltones que cualquier persona puede hacer. Sin embargo, en mi opinión, al personaje que en realidad le apuestan los productores es : Bo Peep.
Bo Peep es una pastora de cerámica que hemos visto desde la primera cinta, pero su papel siempre había sido secundario (estaba enamorada de Woody), por suerte la franquicia le dio a este personaje femenino un viaje que dejó de sentirse en segundo plano.
La cinematografía de Disney se ha diversificado recientemente, pero siguiendo una fórmula deprimente. Si una película sobre un hombre o dos (blancos) es un éxito, los estudios generalmente repiten la trama, o reinician la premisa, con personajes femeninos (o personajes de color).
Pixar está apostando a que Forky sea la estrella principal, pero es Bo Peep quien se vuelve la creación más original de la película. Bo comenzó como una especie de trofeo para el heroísmo masculino cinematográfico: una mujer rubia, de ojos azules, delicada y convencionalmente bella, que es rescatada y recompensa a Woody por sus actos heroicos con besos.
Pero en Toy Story 4, recibe un trasplante de personalidad, además de un cambio de imagen, (¿Quién sabía que un gancho de pastor podría ser un arma tan versátil?). Este cuarto capítulo, en contraste con el segundo y el tercero, postula que los juguetes pueden evadir la tragedia a la que estaban destinados, y dejar de lado un estilo de vida domesticado, de dependencia emocional en los caprichos de un niño.
Y es Bo quien expresa esta idea más claramente. Después de estar algunos años como un producto no deseado en una tienda de antigüedades, se escapa para convertirse en un juguete “perdido”, libre de ataduras humanas, y se transforma en la persona que aparentemente siempre tenía la intención de ser.
Al final era la única mujer en un pueblo de hombres, que dejó de hacer cosas estereotipadamente femeninas, fundó su propio equipo de juguetes inadaptados, buscó darles una vida plena y, en el proceso, se volvió más valiente y más mundana que Woody. Al final, él la necesita mucho más que ella a él, por eso es nuestra chingona de la semana.