Un día de 1922, apenas unos meses después de haber recibido el Premio Nobel de Física, Albert Einstein escribió en un par de hojas de papel sus claves para ser feliz.
Esas breves notas contenían un mensaje que Einstein le había entregado a un mensajero a modo de propina durante una visita a Japón.
Las notas fueron escritas en hojas membretadas con el nombre y logo del Hotel Imperial de Tokio.
Una de las notas, que venía firmada por el legendario físico de origen alemán, decía:
Una vida tranquila y modesta trae más felicidad que la búsqueda del éxito y la constante inquietud que implica.
Escritas en alemán de su puño y letra, las breves frases son evidencia de la gran sencillez de uno de los científicos más conocidos de la historia.
La segunda nota venía con el mensaje siguiente:
Donde hay una voluntad, hay un camino.
Se dice que cuando Einstein le dio las notas al mensajero en lugar de dinero, este se sacó de onda y al ver su cara de escepticismo el físico le dijo: “Tal vez si eres afortunado estas notas valdrán mucho más que cualquier propina”.
Y vaya que tuvo razón.
El octubre del año pasado se anunció la subasta de dichas notas por una casa de subastas de Israel.
Según el comunicado oficial la puja empezó en 5 mil dólares, pero se espera que muy pronto esa cifra se multiplique hasta llegar a los 35 mil billetes verdes.
El vendedor es un familiar del mensajero que recibió las notas en 1922.
Otro manuscrito atribuido al físico se vendió en más de 210 mil dólares el verano de 2017. Aquella carta fue escrita por él en inglés en algún punto de la década de los cincuenta.
Albert Einstein nació en Alemania a finales del siglo antepasado y murió en Nueva Jersey en abril de 1955.