Ingrid Coronado al parecer no está arreglando los asuntos legales con Anna Ferro, pues resulta que la viuda de Fernando del Solar tomó la ventaja sobre el departamento en el que vivió junto con el argentino y lo vacío enterito.
Todo el pleito comenzó desde que el conductor falleció, dejando un hueco en el corazón no solo de sus fanáticos también de sus hijos; sin embargo, jamás esperó que tras su trágica partida su exesposa y su esposa se agarrarían de las greñas por los patrimonios.
Es por eso que cuando se dio a conocer la verdadera cara de Anna Ferro muchos no lo podían creer, pues aquella persona que siempre pareció un apoyo para Fernando, sacó las garras cuando se trató del dinero.
La dura pelea de Ingrid Coronado y Anna Ferro por un departamento
Todo comenzó cuando se supo que Fernando e Ingrid acordaron que aquella propiedad en Cuernavaca que compraron en fideicomiso cuando estuvieron casados, sería para sus hijos. Sin embargo, tras la muerte del actor la propiedad pasaría a manos de Ingrid.
No obstante, la pareja se divorció, los años pasaron, el argentino se casó de nuevo y rehizo su vida, pero parece que la mujer que escogió no es quien aparentaba ser, pues a la primera oportunidad que pudo se le vio lo interesada, ya que está haciendo hasta lo imposible por quedarse con las propiedades de su difunto marido.
Y es que en entrevista para el programa Ventaneando, Ingrid reveló que después de la muerte de Fernando, Anna Ferro vació el departamento en Cuernavaca y no dejó absolutamente nada dentro, esto pese a que es propiedad de la exintegrante de Garibaldi.
“Su viuda vive de forma ilegal en el departamento, yo no había querido hacer un procedimiento porque estaba pasando por un proceso. No tenía la energía de iniciar un proceso, a los 15 días de la muerte ya no había muebles, honestamente es un trámite legal que no he iniciado”.
La pelea legal apenas comienza
Todo esto la tomó por sorpresa, pues mientras estaba manejando el duelo de la pérdida de su expareja y padre de sus hijos, Anna Ferro vivió de manera ilegal dentro del inmueble y para cuando se fue no dejó nada.
“Lo que pasa es que mi prioridad era estar con mis hijos, ahora que veo cómo están las cosas… Evidentemente, acepté el divorcio, pero lo que no acepté fueron las condiciones, sigo creyendo que lo legal es la forma correcta de hacer las cosas”.
Sin duda alguna, quedó claro que Ingrid Coronado nunca fue la mala de la historia, y la que se creía una blanca palomita terminó siendo todo lo contrario.
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