El 20 de julio de 1969, la misión Apollo 13 logró su cometido de llevar –por primera vez– a dos hombres, Neil Armstrong y Buzz Aldrin, a la Luna. Este sería el primero de 6 alunizajes de los Estados Unidos y aún hoy en día hay personas que creen que la mayoría, o todos, esos alunizajes no sucedieron. Pero, ¿por qué creen esto?
Respuesta corta: porque la gente puede creer lo que sea, y una vez que están comprometidos con sus ideas, difícilmente cambiarán de parecer, aún frente a pruebas y hechos.
Respuesta larga: porque hay personas que creen haber encontrado señales de una farsa y una conspiración. ¿Qué señales?
La NASA y Estados Unidos tenían mucho que perder:
El 12 de septiembre de 1962 J.F. Kennedy prometió con un histórico discurso, que antes de que terminara la década, Estados Unidos llegaría a la Luna. En contexto, Estados Unidos y Rusia estaban en plena Guerra Fría y en plena carrera espacial. Las agencias espaciales de ambos países tenían una meta clara en mente y los rusos llevaban la delantera (fueron los primeros en poner un satélite en órbita, un animal vivo y un ser humano).
Agréguenle que el 21 de febrero de 1967 los tres tripulantes del Apollo 1 fallecieron en una prueba y que la Guerra de Vietnam se estaba comiendo el presupuesto de Estados Unidos.
El prestigio de la NASA estaba por los suelos y su presupuesto estaba a nada de caer también. La presión por cumplir la “profecía” de Kennedy era enorme y parecía que la agencia espacial rusa les estaba ganando la carrera lunar.
Varios conspiracionistas creen que todos estos motivos eran suficientes para organizar una farsa que involucró a 400’000 personas, miles de millones de dólares fue televisada globalmente y estuvo bajo el constante ojo de los rusos. Otros creen que el primer grupo son unos idiotas.
Las evidencias parecen modificadas, o de plano manufacturadas:
En 1968 se estrenó 2001: Odisea del espacio de Stanley Kubrick. Además de ser una joya de la cinematografía y de la narración minimalista, 2001 fue un gran logro en efectos especiales verosímiles del espacio. Así que a varios se les hizo fácil conjeturar que el Gobierno de Estados Unidos y la NASA en mancuerna con Kubrick y quizá Disney lo filmó todo desde la Tierra.
No vale la pena enumerar la cantidad de “errores” presentes en el metraje de las misiones Apollo, porque básicamente todos han sido razonablemente explicados. Pero entre los más famosos está la “bandera que se mueve con el viento” (cuando en realidad se mueve porque la estaban clavando en el suelo lunar y se estaba desenrollando tras estar doblada durante el viaje), el cielo de la Luna que no tiene estrellas (porque las misiones trascurrieron en el día lunar y el brillo del Sol las tapaba), o las sombras de colores y ángulos irregulares (que es un efecto natural de las variaciones en el terreno y de los múltiples objetos que reflejan la luz solar, creando diferentes “fuentes de luz”).
Pero, si todos los argumentos han sido falseados, ¿por qué persiste la duda?
Ulteriormente, introduciendo una duda razonable, el escepticismo es una respuesta natural de nuestro intelecto. En 2001, la cadena de televisión Fox transmitió en Estados Unidos un documental titulado Conspiracy Theory: Did We Land on the Moon? (Teoría de conspiración: ¿aterrizamos en la Luna?) que fue visto por unos 15 millones de televidentes. Según la Fox, después de la transmisión del documental el escepticismo sobre los alunizajes se expandió al 20% de la población estadounidense. Tan solo unos dos años antes, en 1999, se estimaba que solo 6% de la población dudaba de las misiones Apollo.
Naturalmente, esos número eran más altos en Rusia. En 2000 hubo una encuesta en la que se estimó que 28% de la población creía que todo era una farsa del capitalismo yanqui. Este nivel de escepticismo quizá tenga que ver con cierto nacionalismo recalcitrante, o quizá no tanto.
Sea como sea, la verdad está allá afuera… *tonadita de los Expedientes Secretos X* y nadie hace nada. *tonadita de Tercer Milenio*
Vía Wikipedia, History Rundown, NASA, Time