China tiene la costumbre anual de tratar a los perros como si se trataran de los mismos dioses… aunque todos sabemos que esto sólo dura un día, el resto del año se los comen.
China es mundialmente conocida por su forma de tratar a los perros. Obviamente, lo más común es pensar algo como el Festival de Ichi en Yulin, donde comen carne de perro para celebrar la entrada del verano. Esta tradición le ha costado al país asiático el reproche de varios amantes de los caninos. Aunque no hay que olvidar que de ese lado del mundo nos ven raro por comer vacas o cerdos. De cualquier manera, este páramo lleno de cosas extrañas y alimentos aún más raros, tiene un día dedicado a tratar a los canes como reyes o dioses.
Esta tradición que se lleva a cabo en la prefectura de Guizhou’s es un evento que conmemora la fundación de la región. Según la leyenda, en ese lugar un perro le salvó la vida a los primeros pobladores al llevarlos hacia un arroyo con agua. Es conocido como el “Día de Cargar un Perro” (es muy neta). El procedimiento es muy sencillo, se trata de algo así:
Se elige un perro como si se tratara del mismísimo Niño Pa en Xochimilco. Después una corte oficial seleccionada lo pasea en una silla, en la que el perrito verá como todos le hacen alabanzas, reverencias y más.
Acto seguido, los pobladores le avientan lodo a todos los presentes como muestra de afecto y de buena fortuna (aquí ya sólo falta un desbordamiento, tres asaltos y un microbús para que realmente sea Xochi).
Este ritual es bastante criticado por varias razones. Primero, porque contrasta con el Festival de Yulin, donde la figura del perro sigue siendo sagrada, pero se le persigue y asesina para su consumo (como si fueran vacas, o puerquitos, o gallinas, o cabritas, o… bueno, entienden a qué nos referimos). Segundo, porque el perro que va en la silla –como si fuera el Bronco en su caballo–, también va amarrado y encadenado a su trono. Este es un nuevo episodio de la gran serie “Somos Occidentales y No Sabemos Dejar los Prejuicios”, en donde China siempre sale a flote. De cualquier manera, por ahora esta celebración no parará y los perros seleccionados estarán vestidos con ropas coloridas y su corte mojada y polvosa… como en Xochimilco.
Por cierto, el perrito en la silla ¿no les recuerda un poco a esta escena de Game of Thrones?