En las costas de las innumerables islas de Columbia Británica, al oeste de Canada, hay un tipo por particular de lobos: los lobos marinos. Y no nos referimos a los mamíferos acuáticos con aletas, sino a lobos “lobos” que hacen del Océano Pacífico y sus costas su hogar y subsistencia.
Mar y Tierra
De hecho, hay dos poblaciones diferentes de estos lobos: los costales continentales y los costales isleños. Es decir, los que viven sobre la masa de tierra continental y los que se viven en el archipiélago.
Estudios de ADN han revelado que los lobos marinos isleños son genéticamente distintos a su contraparte continental. Su comportamiento y su morfología también son diferentes. Estos lobos son físicamente más pequeños, su tamaño es comparable al de un pastor alemán. Además –y obviamente– son excelentes nadadores. Pueden nadar hasta 12 kilómetros de archipiélago en archipiélago.
El 90% de su dieta viene del océano y un cuarto de ese alimento consta de salmón, gordo y grasoso salmón (o por lo menos grasoso en comparación a otros pescados). Sus dietas también se complementan con barnaclas, almejas, huevos de arenque, focas, nutrias de ríos y cadáveres de ballena. Ambos grupos son muy “marinos”, pero la dieta de los lobos costales continentales depende menos del mar.
