Ya decía yo que estos kilitos de más no eran por todo lo que he comido en toda la cuarentena, sino porque existe una razón más poderosa que eso y no lo digo yo, lo dice la ciencia, pues se reveló que entre más amor hay en una relación, tienden a subir más de peso, pues el amor sí engorda. ¿Será?
Parece que ya podemos dejar de echarle la culpa a todas esas veces que nos levantamos a abrir el refrigerador cada 5 minutos, a esas noches en las que decimos que solo vamos por agua y nos da por comer todo lo que está en el refri… Pues todo esto tiene un poco de culpa pero no es el mayor culpable.
¿Acaso es el amor el verdadero culpable de todo esto?
De acuerdo a un estudio que se reveló, indicó efectivamente lo que creíamos ya que el amor sí nos hace subir de peso pero tranqui, porque aunque es una mala noticia que tenemos que bajarnos con ejercicio, en realidad tiene su lado bueno y es que esto indica que somos personas felices en una relación estable.
Según la doctora Carolina Pérez, nutricionista de la Unidad de Obesidad del hospital Quirónsalud en Murcia, España, contó que el amor nos hace cambiar nuestros hábitos alimenticios e incluso a inicios de una relación, pues muchas veces preferimos salir en una cita a comer fuera que quedarnos en casa a preparar algo más sano.
Además en esto del amor no solo es la comida, sino que al estar en una relación estable, también se cambian los hábitos de ejercitarse, pues muchas veces se prefiere pasar tiempo con la pareja a tener que ir a hacer ejercicio, aunque esto no es pretexto pues los dos podrían hacerlo juntos y sin problema.
También se reveló que los cambios físicos para las mujeres cuando se embarazan, son parte de que ganemos unos kilos extra ya que tendemos a descuidarnos, además de los cuidados que tenemos con los bebés que pueden quitarnos tiempo.
Y por otra parte, con respecto a los hombres, el tener una relación estable y hacerlos más partícipes en actividades de casa o también con cuidados de los bebés, hace que no tengan tanto tiempo para ejercitarse.
En conclusión, el amor sí engorda pero en nuestra defensa podemos decir entonces que estamos “llenitos de puro amor” y eso es bonito. ¿Apoco no?