La ciencia demuestra que las parejas homosexuales son mejores padres y madres

La ciencia confirma que los gays son mejores padres para los hijos que puedan adoptar
Ciencia: parejas homosexuales son mejores padres para hijos

Bendita sea la ciencia y sus descubrimientos. Hace poco un estudio realizado en la Universidad de Quebec, Montreal, demostró que las parejas homosexuales hacen un increíble trabajo con sus hijos.

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Realidad o despecho, mito o resentimiento, lo cierto es que la figura de Zapata ha generado muchas controversias, desde quienes lo convierten en sanguinario atroz, hasta los que lo colocan como un santo, el salvador de la Patria.

Éric Feugé, al científico que le debemos este descubrimiento, documentó la dinámica de 46 familias homoparentales (papás homosexuales) durante 9 años y descubrió que el reparto de actividades es mucho más equitativo que en parajas heterosexuales.

“Pudieron redefinir y proponer nuevos modelos de nociones culturales de paternidad y masculinidad. Ambos se desempañaron como compañeros de juego, cuidadores, protectores, modelos a seguir, guías de moralidad”, expuso el especialista en la Gaceta de Montreal.

También, llegaron a la conclusión de que las familias conformadas por un hombre y mujer, en la mayoría, crean diferencias entre el uno y el otro (la mujer se dedica a unas cosas y el hombre al trabajo “duro”), esto los hijos lo notan y repiten patrones, pero, en las parejas homosexuales existe un mejor balance y se refleja en la educación de sus pequeños.

Eso quiere decir que las parejas homosexuales tienen una mejor distribución y sensibilidad del trabajo doméstico y de las dinámicas que pueden seguirse en el hogar para que los pequeños crezcan en ambientes más sanos.

Durante años se ha intentado asegurar que las parejas de gays o lesbianas no podrían ser buenos padres. Sin embargo, la ciencia está encargándose de desmentir esto y demostrar que nomás son prejuicios bien tontos.

Esperemos que con el tiempo podamos reconocer que la familia no es algo natural y que es solamente una construcción social en la cual se sostiene el capitalismo y las formas de reproducir la mano de obra para el sistema económico.

Pero esa es una plática para otro día, por ahora centrémonos en que las personas deben ser libres para amar a quien se les dé la gana.

Con información de Oveja Rosa.