Avalado por las autoridades australianas, una cepa mortal de un virus fue liberado en el territorio de ese país para lidiar con la plaga de conejos. ¡Nooooo! Povechitos… :'(
Europa, rompiendo todo lo que toca…
De hecho, esta no es la primera vez que Australia utiliza un arma biológica para reducir la población de conejos. En 1950 y en 1996 se hicieron dos campañas para propagar masivamente el virus que causa la enfermedad hemorrágica del conejo. La actual campaña usa una variante del virus, llamada RHDV1 K5, que es más mortal y contagiosa. Mis vidos…. Quizá no sea consuelo, pero este virus se está promocionando como una de las formas más humanas de finiquitar a los conejillos. Claro, “humanas” puede significar cosas bien feas. Supuestamente los conejos sienten síntomas análogos a una gripe humana antes de morir.
Estas orejonas criaturitas de la creación fueron introducidas al territorio australiano en 1859 por un colono inglés, Thomas Austin. Como todo lo que toca el colonialismo, este hecho hizo una cagada en Australia. Sí, los conejos son hermosos, pero no eran endémicos de la región. Si algo aprendimos de Los Simpson, es que meter una variable inexistente a un ecosistema puede tener consecuencias cataclísmicas. Nos parte el corazón que se tengan que usar estos métodos para lidiar con la plaga de conejos, pero más nos parte el corazón que la alternativa –dejar que los conejos devasten los recursos naturales- sea igual de cruel.
Gracias por arruinarlo todo, colonialismo. En serio gracias y jódete.
Vía El País
