Hace unos pocos meses abrió el primer café de erizos en Tokio. ¿Qué es un café de erizos? Un lugar donde pagas una cuota para convivir por lo menos 30 minutos con uno de estos animalitos. Si te enamoras (¿cómo no hacerlo con esos ojitos negros del amor?), puedes comprarte un erizo. En principio suena hermoso, tierno y como una jocosa forma de poder interactuar y aprender sobre esta especie, pero la realidad es un poco más eriza que eso (y no en el buen sentido de la palabra).
Maestros de la noche
En primer lugar, un erizo es un mamífero nocturno. Sin embargo, el café está abierto de 12 del día a 9 de la noche. Estar despiertos durante sus horas de descanso no es bueno para los erizos (ni para nadie). Además sus ojos son muy sensibles a la luz solar, cosa que es medio irónica considerando que están medio ciegos. Pero sea como sea, el exceso de luz es mala para ellos, mis miopes vidos.
Estas orejas son para el silencio, no para tu parloteo
Los erizos no están precisamente en la cima de la cadena alimenticia y tienden a ser criaturas tímidas y asustadizas… Por amor a Sonic, tienen púas en el cuerpo que se erizan cuando se hacen bolita para desentenderse del mundo. Los erizos son muy sensibles al ruido y fácilmente estresables, por lo que estar en un ambiente brillante y rodeados de personas suena a una pésima idea.
Estas espinas no están hechas precisamente de amor
Como todos los animalitosbebé, los erizos tienen diferentes personalidades. Así como hay los curiosos y sociales que gustan de explorar manos humanos, también los hay tímidos o gruñones. No sabemos que clase de “curaduría” hacen -si es que la hacen- para seleccionar al “menú acariciable” del día. Literal, escoges al erizo con el que jugarás desde un menú. No sabemos si hay un límite de socialización para los erizos antes de descansar. Y tampoco sabemos si hay una rotación. No sabemos si los empleados llevan un registro de qué tanto los clientes alimentaron a cada erizo, porque aunque suene adorable, un erizo obeso no es un erizo saludable.
Los erizos necesitan espacio y un lugar donde esconderse de la luz, el ruido y de la vida, cosa que no tienen durante su exhibición en el café. Tener un erizo de mascota es relativamente sencillo, pero simultáneamente son criaturas muy sensibles que requieren de cuidados muy específicos y puntuales (como el silencio, la oscuridad, la temperatura y la dieta adecuada, el ejercicio, etc). Cualquier negligencia de estas necesidades básicas son crueldad animal y eso no podemos tolerarlo.
Lo impotente es que no sabemos cómo opera un café de erizos tras bambalinas, pero, lamentablemente, desde afuera la cosa se ve muy espinosa.
