Queridos lectores, ¿alguna vez se han preguntado qué es la locura?. Intuitivamente podríamos decir que es cuando la mente se rompe y empezamos a actuar erráticamente. Sin embargo, la locura es un tanto más compleja que eso y a través de los siglos ha cambiado.
La escena inicial de este llegador video empieza con un hombre fuera de cámara preguntándole al Dr. Pingüino (no, ese no es su nombre, pero sí es un experto en pingüinos) si un pingüino podría volverse loco; hastiarse de su comunidad de pingüinos, abandonarlo todo y convertirse en un pingüino ermitaño.
El Dr. experto en pingüinos contesta que nunca ha visto a un pingüino golpeando su cabeza repetidamente contra una roca, pero explica que sí son susceptibles a desorientarse y terminar a kilómetros de distancia de su objetivo (el objetivo siempre es sexo o comida, y no necesariamente en eso orden).
Acto seguido, el video nos muestra a un grupo de pingüinos rumbo a aguas abiertas, cuando súbitamente uno de ellos se deschaveta, da la vuelta y empieza a correr a toda prisa hacia las montañas, sin detenerse, como si estuviera convencido de que en las gélidas y desérticas montañas espera el paraíso de pingüinos, lleno de apareamiento y comida.
El narrador explica que no importa si los investigadores alcanzaran al ave enloquecida y la regresaran al camino correcto, el pingüino volverá a dirigirse fervientemente hacia su destino fatídico.
Un segundo pingüino desorientado se presenta cerca del campamento de los investigadores a kilómetros de su zona de caza, pero no hay nada que los humanos podamos -o debamos- hacer. La regla es no interrumpir ni interferir con el apresurado marchar -y deslizar- del pingüino, aunque este vaya hacia una muerte segura.