Una mujer decidió continuar el embarazo de su bebé, a quien le diagnosticaron anencefalia, cuestión que la llevó a sobrevivir una semana, para después donar sus órganos a otros recién nacidos quienes buscan una segunda oportunidad de vivir.
Es cierto que en mucho de los casos, las madres suelen interrumpir el embarazo cuando existe alguna anomalía, aunque muchas otras deciden continuar para llegar a conocerlos o darles la oportunidad de vivir, aunque a veces tiene repercusiones en un futuro por lo que sufren los pequeños.
Sin embargo, en esta ocasión una mujer decidió continuar el embarazo pese a la condición que tenía su bebé, pues tenía en sus planes donar sus órganos para ayudar a más pequeños que lo necesitan, aunque un milagro sucedió en el proceso.
Mujer continúa su embarazo de bebé desahuciada para donar sus órganos
La mujer Krista Davis de 23 años y su pareja Derek Lovett tuvieron a su primera hija Rylei Arcadia Diane Lovett, quien lamentablemente fue diagnosticada con anencefalia, una enfermedad que afecta a parte del cerebro y del cráneo, aunque se trataba de su segundo intento para ser padres tras tener un aborto.
“Definitivamente fue impactante. Fue una gran angustia saber que habíamos tenido un aborto espontáneo anteriormente y que estábamos teniendo complicaciones con este embarazo. Fue realmente difícil de asimilar”, dijo al medio Gente.
En consecuencia, los doctores le recomendaron a la joven interrumpir el parto o que esperaran hasta el final de su vida para donar los órganos, pues los bebés con esta condición no suelen sobrevivir al salir de la madre o incluso cuando cortan el cordón umbilical.
“[El médico] dijo que los bebés con anencefalia no tienden a sobrevivir al parto y mucho menos al corte del cordón. No hubo ningún resultado en el que pudiera sobrevivir sola durante mucho tiempo, si es que lo hacía”, comentó.
En tanto, la pequeña nació a las 40 semanas con dos días y aunque pensaron que no pasaría de los 30 minutos después del parto, afortunadamente logró sobrevivir una semana entera.
“Fue absolutamente increíble pasar de saber que tal vez íbamos a tener 30 minutos con ella como máximo a pasar una semana con ella, fue más de lo que podríamos haber esperado o imaginado”, mencionó.
Sin embargo, durante el periodo de vida de Rylei, siempre estuvo con una sonrisa y nunca lloró, pero al momento de su último suspiro, dejó escapar un grito, como si estuviera luchando por quedarse un poco más con sus padres. No obstante, luego de su fallecimiento, los padres donaron los órganos de la bebé, dando oportunidad a otros pequeños que los necesitaban.
“Ha sido muy difícil aceptar el hecho de que ella realmente se fue. Pero también ha sido un gran mes en el que tenemos que compartir su historia. Ha sido de gran ayuda poder ayudar a otras mujeres en nuestra situación y escuchar sus historias. Nos alegra el corazón saber que [la vida de Rylei] dará a otros dos bebés una segunda oportunidad en la vida”, finalizó.
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