Regalos ofensivamente baratos que podrías hacer tú mismo

Literal, vas a ofender a alguien si regalas esto
Regalos ofensivamente baratos que podrías hacer tú mismo

2017 no fue un año peculiarmente próspero (y agárrense que ahí viene el 2018), así que si eres de esos que les quedó algo de dignidad y casi nada de dinero, estos regalos que puedes hacer tú mismo serán la salvación en tus fiestas navideñas. Aviso: no garantizamos que te quede algo de dignidad si regalas algo de esta lista.

Una canción desde el fondo de tu corazón

Según tus aptitudes vocales y musicales, este podría ser una triste mentada de madre o una bonita mentada de madre… sea como sea, será uno de los regalos más baratos que podrás conseguir.

¿Nuestra sugerencia? Canten un clásico navideño (los cybergoths bailando de fondo son opcionales):

Elegante maceta de vidrio

Compra un bote grande de mermelada (tu favorita), cómetela a cucharadas (si no te alcanza para el pan), límpiala, pierde horas de tu vida removiendo la etiqueta meticulosamente y sin dejar rastros del pegamento y regálala como si fuera una maceta de diseñador.

¿Algo más triste que este regalo? Tus sentimientos (vía experimentocasa.com)

Si gustas puedes incluir una planta con tu elegante presente, pero les advertimos que no vemos con buenos ojos el robo de tierra y vegetación de los parques y vías públicas.

Si quieres verte fresa puedes comprar tres frascos de diferentes tamaños y regalarlos como un “juego de macetas”. Si quieres verte extra fresa, puedes decorar el regalo con pinturas o calcomanías viejas de pokémon (todos tenemos calcomanías viejas de pokémon).

 

Llavero de trenza de plástico

Técnicamente lo hiciste tú mismo (no seas flojo, téjelo antes de regalarlo), es útil y si de hecho te sale la cobra, hasta podría ser casi bonito.

Te relajas y finges que te esforzaste de una sola pedrada.

 

Cualquier idiotez con pinzas para ropa

¿Un servilletero? Sí.

¿Una lámpara? Muy bonito.

¿Un lo-que-sea-esto pero que se ve más sencillo que hacer bien la lámpara? ¡Excelso! Además estás reciclando latas viejas.

¿Divertidos animalitos? Por favor no, nadie merece recibir esto de Navidad.

No
No no
No no no
Por todo lo que es bueno y justo, no…

 

Tarjeta navideña

El clásico: una tarjeta navideña pedorra hecha a mano. Argumentando que estás comprometido con la sustentabilidad puedes excusarte en usar una hoja reciclada y persuadir al pobre diablo que lo recibirá que recicle tu tarjeta después (con la esperanza de que se le olvide prontamente tu mezquindad).

Ahora, si tienes don de palabras, no requieres grandes habilidades artísticas; solo sé honesto y elegante en tu mensaje. Por el contrario, si tu fuerte es el dibujo o el manchar cosas con pegamento y aventarles brillantina y demás porquerías después, saca tu lado más sensible para adornar tu tarjetita.

¡Es más! Si sabes manipular papel sin cortarte, podrías presentar la tarjeta como una bella figura de papiroflexia.

Si no tienes ningún talento, reconsidera si realmente alguien quisiera recibir un regalo de tu parte.

¡Felices fiestas!