Peña terminará su gobierno en solo unas semanas. Fueron seis años de subidas y bajadas. Francamente no todo fue malo, algunas cosas fueron peores, pero lo que sà podrá dejarnos con una sonrisa en la cara de su gobierno son todos los momazos que se aventó.
https://erizos.mx/politica/20-memes-chairos-para-recibir-al-cabecita-de-algodon-en-la-presidencia/
Cualquier oportunidad fue buena para rendirle culto a su graciosa figura. Bastaba una foto, una palabra, o que simplemente respirara para que nos hiciera reÃr.
Y es que se volvió muy fácil decir cualquier cosa, meterle a Peñita en medio y que fuera gracioso.
Y hubo momentos en que él, ya sin deberla ni temerla, aprovechó su fama memera para hacernos reÃr. Esas veces fueron las que de verdad fue presidente.
No esas veces que nos dejaba con más dudas que risas, pero de las que siempre supimos sacar las risas y las “4 Babys”.
Es que a esa carita soñadora, llena de vida y fuente interminable de memes, no podÃamos negarle nada. Ni un Peña Fiel.
También fue la cara resplandeciente de todas esas decisiones que nos darÃa pena tomar, pero que siempre tomarÃamos, pase lo que pase.
¿Peña será otaku? Lo único que sabemos es que es uno más del pueblo de Internet, que tiene una estatua a su figura.
Y a la historia de este paÃs, como el presidente con más memes, por lo tanto el presidente que más felices nos ha hecho (al menos de esta manera).
Aunque parece que ya estamos empezando a fallarle. Y perdón, pero es que ese avión no lo tiene ni Obama.
Lo recordaremos por sus manos fuertes y bellas. Siempre firmes para tomar más que decisiones.
Y esperemos que no para tomar gansitos.
Rostro de todos nuestros miedos, siempre te recordaremos como lo que fuiste.
Un gran comediante y un sÃmbolo del gel y el peinado perfecto.
Y por ser tan acomedido con tus adversarios. No cualquiera llevarÃa a AMLO a darle un tour por donde él vio tantas otras veces sus propios memes.
Y no olvidaremos el dÃa en que recibió la banda presidencial, aunque Calderón se querÃa negar por la fuerza.
Esperemos hacerle justicia a su memoria algún dÃa.
Y nunca olvidar su cumpleaños, que curiosamente es el mismo dÃa que nació.
Siempre te llevaremos en el alma, Presidente.