Laura Zapata rompió el silencio para narrar los maltratos que vivió su abuela, doña Eva Mange, en el asilo donde la entregaron herida.
El cumpleaños 103 de doña Eva Mange se vio opacado por los abusos que recibió en la casa de asilo para ancianos en donde se encontraba, pues Laura Zapata la encontró herida y planea demandar a la enfermera.
Laura Zapata habla sobre los maltatos de su abuela
Aunque Laura Zapata pensaba que su abuela vivía a la perfección porque siempre le mandaban fotos de ella y de sus signos vitales, la realidad es que doña Eva Mange estaba sufriendo en silencio debido al descuido de su enfermera.
En una entrevista con Ventaneando, la actriz reveló que cuando llegó al asilo para cumplir con el protocolo y poder verla, sin embargo, la enfermera insistía en irse antes de entregar a su abuela, lo cual fue sospechoso.
“Cuando estoy en las instalaciones empiezo a notar una cosa rara con la enfermera y le digo el lunes en la noche que cómo van, qué pasa. Y me dice ‘ay, señora, estoy tan preocupada, fíjese que mi abuelita se puso mal (…) entonces me tengo que ir, me tengo que ir’”, comentó Laura Zapata.
Por supuesto, tras esto Laura Zapata exigió que examinaran a su abuela para ver si no tenía “un raspó o un moretón”, con lo que pudo darse cuenta que estaba bastante herida de la piel.
“Revisan a mi abuelita el martes y me dicen ‘oye, tiene unas úlceras, está maltratada de la piel’ (…) se tardaron eternamente para entregar las fotografías que yo les pedía para ver el tamaño del asunto que estábamos hablando (…) me mandaron una, la más peligrosa y me di cuenta de qué se estaba tratando”.
Laura Zapata aseguró que ya levantó una carpeta de investigación contra la enfermera porque “omitió, escondió, no comentó” lo que le estaba ocurriendo a su abuela, que estaba herida, así como quien resulte responsable en la institución.
El susto que se llevó tanto Laura Zapata como Thalía, hizo pensar a la actriz que bien pudieron entregarle a su abuela muerta, pero afortunadamente esto no ocurrió y podrán hacerle justicia a doña Eva Mange.
Fuente: Ventaneando
