Si Taylor Swift quiere recuperar su carrera tiene que decir NO a Donald Trump

Taylor Swift anunció su nuevo álbum Reputation (Reputación), título que sin duda hace referencia a lo que se ha convertido su imagen en este último año que marcó lo que...

Taylor Swift anunció su nuevo álbum Reputation (Reputación), título que sin duda hace referencia a lo que se ha convertido su imagen en este último año que marcó lo que parecía la caída de su carrera.

Todo comenzó con la pelea entre Taylor y Kanye West en una entrega de premios en la que Taylor había ganado y Kanye decidió quitarle la palabra. Esto sucedió en el 2009.

Años después Kanye West sacó una canción titulada “Famous” que dice: “I feel like me and Taylor might still have sex. Why? I made that bitch famous” (Siento que Taylor y yo podrías tener sexo ¿Por qué? Yo hice a esa perra famosa). Taylor se mostró indignada con la letra hasta julio del año pasado cuando la esposa de Kanye, Kim Kardashian, publicó 22 Snapchats en los que Swift le daba permiso al rapero de escribirla.

Vídeo de “Famous” de Kanye West.

Fue tan grande este escándalo que Swift permaneció cerca de un año en silencio, sus posteos en redes sociales se limitaron a desearle feliz cumpleaños a sus amigos, dejó de asistir a grandes eventos con celebridades, fiestas, estrenos de películas e incluso dejó de ir a su departamento en Nueva York para evitar paparazzis.

Pero a pesar de todos los rumores y la mala publicidad en los que estuvo involucrada con Kim, Kanye y hasta Katy Perry, esto no ese el mayor problema de la cantante; lo que en realidad tiene que hacer Taylor para recuperar su carrera es decirle que NO a Donald Trump.

 

¿En qué momento su opinión sobre Donald Trump hizo que Taylor Swift perdiera su carrera?

Para entenderlo tenemos que regresar al 2014, el año en que Taylor se acercó al feminismo por primera vez. En sus discos anteriores, Swift hablaba sobre sus ex novios y la manera en la que se le rompió el corazón pero se vio obligada a cambiar la jugada. Swift sacó su álbum 1989, un disco en el que habla sobre la amistad entre mujeres y lo fuerte que pueden ser sin un hombre. De esta manera hizo que surgiera una oleada de feminismo pop en el que el mundo se puso de su lado.

Tayor Swift, 1989.

Fue tan fuerte el impacto de este disco, con un considerable estandarte feminista, que vendió más de seis millones de copias sólo en Estados Unidos. Su escuadra de supermodelos permitió a Swift reescribirse; del trágico dolor a una mujer fuerte e independiente a la que le gustaba pasar la noche con sus amigas y realizar otras actividades no amenazadoras. Era el tipo de feminismo que se podía vender en Walmart.

Taylor Swift/ Bad Blood

Ese fue el momento clave para lo que estaba a punto de suceder. La marea subió a encender la marca del feminismo blanco que ejemplificó Taylor a la perfección, las conversaciones sobre la raza y la representación comenzaron a sonar . La cantante solo se mostraba con sus amigas blancas, las cosas que Kanye West había dicho 3 años atrás cobraron sentido:

Los artistas negros son regularmente pasados ​​por alto en los premios, a pesar de sus contribuciones a la cultura musical

Y después de esas conversaciones raciales, los Snapchats de Kim hicieron ver a Taylor como una farsa que interpretaba grupos antiguos de víctimas blancas y monstruos negros. No mostró nada y sólo hizo lo que ya sabía, jugar a ser la víctima.

Sin embargo, en esos momentos el mundo enfrentaba problemas mayores. El mismo mes que Kim filtró los snapchats, Donald Trump fue confirmado como candidato presidencial del Partido Republicano. Como todos ya conocemos, las propuestas de Trump no eran a favor de las minorías, los mexicanos, las mujeres o los inmigrantes. Entonces las mujeres del pop salieron a defender a la primer candidata presidencial por el partido demócrata: Hillary Clinton. Pero no todas lo hicieron, Taylor, la que “empoderó” a la mujer en su disco 1989, no mostró ningún entusiasmo por ninguno de los dos y simplemente decidió guardar silencio.

4 of July

Taylor Swift se quedó en silencio cuando se filtró el audio de Trump diciendo que aconsejaba a los hombres agarrar a las mujeres por el “culo”; se quedó en silencio cuando Trump expresaba su misoginia, se quedó en silencio cuando ganó la presidencia. Si Kim K expuso la narrativa de mártir de Taylor como un fraude, la elección de Donald Trump reveló que su feminismo no era más que humo y espejos.

Lady Gaga actuó en una manifestación de Clinton, que protestaba silenciosamente fuera de Trump Tower en la noche de las elecciones. Katy Perry hizo campaña con Hilary, cantó en el cierre de las elecciones; Miley Cyrus apoyaba a Bernie Sanders y luego a Clinton, publicando un video diciendo que Clinton merecía la presidencia. Esa misma noche, Lorde tuiteó en términos típicamente poéticos acerca de su propio shock y horror. Incluso Lana del Rey, que huía a las preguntas sobre política, prometió dejar de usar la bandera de estadounidense mientras Donald Trump fuera presidente.

Katy Perry apoyando a Hillary Clinton.

Lo que Taylor Swift hizo fue ocultarse y mandar un mensaje de apoyo cuando cuatro millones de mujeres salieron a marchar contra Trump, cavó su tumba mientras que sus contemporáneas musicales: Perry, Cyrus, Rihanna, Ariana Grande, Madonna, Alicia Keys, Cher y Janelle Monae llegaron al pavimento.

Cuando las cosas se pusieron difíciles, Swift ocultó – una moderna María Antonieta se instaló en Versalles, preguntándose por qué no sólo comer pastel…

Y no ayudó en nada que el actual presidente de los Estados Unidos sea fan de Taylor.

Pero… ¿de qué manera este silencio afectó a la carrera de Taylor? Swift cavó su propia tumba al crear una expectativa para sí misma y los demás. Se posicionó como una feminista orgullosa durante un momento que le gustó y así reconstruyó su identidad y vendió su música. Pero en uno de los momentos más importantes, no sólo para Estados Unidos, sino en general para el mundo, ella simplemente desapareció, después de navegar en un barco de feminismo blanco, y está dejando pasar la oportunidad de ganar la pelea principal. Taylor más bien optó por tratar de recuperar su “reputación” burlándose de sí misma y del desastroso año que pasó. Sin embargo, es una pelea vieja y quizá hasta ya pasada de moda, especialmente cuando hay una guerra más grande que ganar.

Taylor Swift “What you made me do”.

…Y parece que la estrategia de Swift se ha arrancado directamente del viejo libro de jugadas: esos videos de serpiente, la imagen recién endurecida y el no demasiado sutil álbum de arte que, igual que hizo con 1989 hace tres años, Swift va a abrazar la narrativa negativa que la rodea, voltearla y tratar de reclamarla

-The Junkee, Katie Cunnigham

 

Y sí, Tay Tay puede ganar la batalla contra Kim, Kanye y Katy; puede sacar un álbum lleno de canciones pegadizas, puede hablar mal de sus ex novios, seguir con su falso feminismo; ella puede tratar de restablecer su punto ciego racial y los incidentes de la apropiación cultural, pero hasta que no deje de fingir que vive en un vació político nada de lo anterior importará, sigue pareciendo ella misma su mayor fraude.