Seguramente ubicas a Chris Martin, el vocalista de Coldplay, pues es una de esas bandas que divide al mundo en dos, quienes los aman y quienes los odian, y sea cual sea el grupo al que pretences, tenemos que hablar de la mente detrás de ellos.
Ese güero británico de ojos azules y dulce voz, cumple 40 años el día de hoy y queremos tomarnos unos minutos para analizar su evolución musical y la forma en la que ha madurado frente a nuestros ojos a través de sus canciones.
Coldplay lleva activo desde 1998, pero la verdad es que todos lo conocimos en 2000 con el disco Parachutes, ese que traía esa canción que se volvió un hitazo en aquella época y seguramente fue una de las más dedicadas entre los enamorados, porque si, ese disco estaba lleno de miel y amor, pero también tenía su lado oscuro de dolor y apachurramiento de corazón, o qué ¿ya no te acuerdas cómo dolió en algún momento escuchar y cantar “Trouble” o intentar sacar “Parachutes” en la guitarra? Aunque la verdad, aquí el premio a la canción más chida de este disco es “Don’t Panic”, porque además de ser una rola viejita de las que venía en los primeros EPs, ya la usaron en el Soundtrack de algunas películas y queda perfecta para los momentos de incertidumbre que de alguna forma terminan dándote paz interior
Chris Martin conoció el éxito y todo lo que su dulce voz podía traerle y la volvió a usar al máximo en su segundo disco A Rush Of Blood To The Head, ese donde venía ese himno al amor llamado “The Scientist”, la muy sonada “Clocks”, “In My Place” o “God Put a Smile upon Your Face”. Aquí lo escuchábamos a veces feliz, a veces enamorado y otras tantas melancólico, la faceta favorita de Chris Martin para muchos
Varias giras, premios y éxitos después vino el disco X&Y, lleno de canciones que aunque no te gustara la banda, seguramente escuchaste en cualquier lado por donde estuvieras, pues todos los sencillos estuvieron por semanas sonando en la radio, en los conteos de videos musicales, en las tiendas departaementales, en el cuarto de tu prima la más fresa, y hasta en algún puesto de la calle, pues Chris Martin seguía sonando a un rayito de esperanza para los más desolados
Por si todavía no te había quedado claro que el objetivo principal de Coldplay y la voz de Chris Martin era alentarte a que por muy terrible que se vea y sienta la vida, nada es para siempre, todo acaba eventualmente y deja la puerta abierta a un nuevo camino, tal vez con más luz y mejores resultados que lo que sea que te haya tirado y hecho pensar en tirar la toalla. No por nada su cuarto disco Viva la Vida or Death and All His Friends, lleno de pianitos, violines y una vibra como esas que solo Coldplay había aprendido a repetir disco tras disco. El Chris Martin tristón y melancólico aparecía ya menos veces y encontrábamos con más frecuencia al Chris esperanzador
Cuando lanzó el disco Mylo Xyloto como que muchos de los fans del principio ya se habían desaparecido pero habían llegado hordas de nuevos fans listos para cantar todas las canciones y sentir que, como Chris se la había pasado cantando a través del tiempol, la vida es bella y vale la pena intentar verle el lado bueno, hasta encontrarlo y darte cuenta que todo, es un maldito paraíso, nomás hay que abrir bien los ojos y voltear para otro lado
Ya para 2016 estaba más que definido que Chris Martin siempre tendrá una sonrisa en la cara y buenas cosas para compartir con el mundo, tantas que lo hacen sentir borracho y puesto, pero de la forma bonita, tal y como lo plasmó en uno de los videos de su último disco A head full of dreams, que como su nombre lo indica, los sueños nunca se detienen y siempre mantendrán llena su cabeza, y lo mejor de todo, nos los contagia.
Con una buena vibra tan bonita y pegajosa, la verdad si nos da gusto celebrar que Chris Martin pase al cuarto piso hoy, siendo tan dulce y lleno de esperanza siempre, cual señor Burns saliendo del bosque después de su tratamiento para seguir vivo. Feliz cumpleaños a Chris Martin, ojalá algún día, además de tanto amor y felicidad, podamos escucuchar de nuevo esa bonita melancolía del principio que también logró enamorarnos.
