Iztapalapa vuelve a ser noticia y esta vez no por los Ángeles Azules. Ahora, muy firme a su tradición prehispánica guerrera, porque un padre, enojado hasta la coronilla, hizo lo que cualquier habitante de Iztapalapa haría: agarrarse a madrazos.
Sin embargo, se trataba de un menor de edad a quien quería romperle la parte frontal de la cabeza, así que encontró una solución: llevó a su hijo. ¿Por qué? Porque ese carnalito andaba molestando y amenazando a otro de sus hijos.
En el video podemos ver todo exactamente como fue. El don llega altivo con su hijo, mientras los demás miran y este le grita que deje de ser encajoso y que se ponga con alguien de su tamaño, en el lenguaje que se suele utilizar en estas zonas de la ciudad:
Aunque mucha gente estaba presenciando el evento, nadie se metió a detener la pelea en señal de que se trataba de un encuentro honorable… o que todos querían ver con morbo cómo acababa eso.
Aunque una señora en algún momento intentó parar el asunto, el padre de ambos hijos, el golpeador y el amenazado por el que fue golpeado, intervino y todo siguió su curso.
Fueron pocos minutos, pero en esos pudimos ver cómo y por qué el mexicano es bueno para el box. No importa el problema, no importa las condiciones, pareciera que todo se puede arreglar a madrazos. Claro, nos encantaría que todo se arreglara con cumbias, pero no todos tienen el privilegio de ser ángeles.