Algunos podrán pensar que es la broma del año y otros que es lo más “ogt” del siglo. Lo cierto es que esta escuela entró en una escena postapocalíptica del fin del mundo en el que todos estudiantes sufrieron porque a alguien se le ocurrió poner laxantes en la comida.
Todo es tan horrible como te lo imaginas. De tan solo ver el video sentirás lo hedores en tu nariz, de solo verlo no querrán pisar un baño en… de aquí a la noche, para qué vamos a mentir. Si la tripa llama no hay que decirle que no.
Eso es lo que también nos muestra el video: si la tripa llama, por más que le digas que no, llegará un momento en que sea inevitable que el cuerpo saque todo lo que lleva dentro, por las buenas o por las malas.
En esta ocasión por las malas y por las muy malas. Podemos ver el terror en poco que dura este video que comienza con escenas que parecen ser preocupantes pero no motivo de alarma… pero todo cambia cuando la cámara abandona el comedor y va a los pasillos.
Alumnos pegados a las paredes o a los casilleros queriendo vaciar el estómago lejos de sus calzones. Otros en los mingitorios improvisando baños. El humano no está listo para enfrentar una emergencia de este tipo. Hay muy pocos baños en el mundo en relación a la cantidad de boquetes furibundos de sacar su furia escatológica.
Por supuesto que es terrible y es todavía más cruel en cuanto vemos que todos lloran y nadie sabe qué hacer. Los profesores son entes inútiles ante esta emergencia que los supera en número y en tamaño.
No sabemos quién fue el chistocito que hizo eso, ni sabemos qué lo motivó a hacerlo. Lo que sabemos es que el resultado fue como lo esperaba. Es como ver The End Of Evangelion, pero en vez de que todos se conviertan en líquido naranja todos… bueno, es muy obvio.
A ti, villano, que hiciste esto, esperamos que te estriñas por días enteros y que estés tan lleno que no te puedas comer más de dos taquitos de pastor el viernes por la noche. Es poco castigo por lo que hiciste, pero ojalá te pase.